Cuando el chajá canta las horas
Ficha
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Datos de funciones:
Sábados 20 hs.
Teatro del Pueblo -Lavalle 3636- -
Prensa:
Valeria Franchi
Tragedia vernácula
La tragedia como género teatral nació en la antigua Grecia, allá por el siglo V antes de cristo. Por aquellos tiempos se mostraban en escena las peripecias de héroes, de dioses y de seres mitológicos que causaban la identificación con el público, que al verse conmovido con lo que les sucedía a los personajes, hacía catarsis (palabra cuyo significado quiere decir purificación de las pasiones a través de las emociones).
La tragedia es mayor cuanto más cercanas y reconocibles son las pasiones humanas que las motivan. Todo buen arte, toma lo singular y específico para hacerlo universal. Tal es el caso de esta pieza teatral escrita y dirigida por la marplatense Merceditas Elordi, que sitúa la historia en un paraje campestre de la provincia de Buenos Aires, cercano al límite con las poblaciones aborígenes que existían a mediados del siglo XIX.
En ese lugar coexistían desde los más acaudalados estancieros, dueños de vastas extensiones de tierra con numerosas cabezas de ganado, hasta familias sumidas en la más extrema pobreza que hacían trabajos forzados para poder, a duras penas, subsistir.
La obra cuenta la historia de una madre que vive sola con sus dos jóvenes hijos en un ranchito muy humilde. La madre es puestera, el hijo peón del estanciero. La hija de la mujer, que es prácticamente una adolescente es forzada a aceptar un matrimonio por conveniencia con el patrón para el cual trabaja su hermano. Pero todo se complica ya que la joven está enamorada de un joven gaucho con el cual sigue viéndose, aún luego de su matrimonio con el estanciero. Eso desencadena una serie de acontecimientos que devienen en tragedia, provocando la muerte de algunos de los personajes.
Abordando de manera muy interesante el tema de la opresión, tanto de los ricos contra los pobres, como de los hombres hacia las mujeres.
Las actuaciones con un aire gauchesco, son muy naturales y resultan verosímiles, lo cual permite adentrarse profundamente en el relato.
En cuanto a la escenografía, utilería, vestuario e iluminación todo es un combo que recrea detalladamente a la perfección el ambiente bucólico de la época, con los recursos justos y necesarios.
El gran hallazgo de la obra es el personaje del hijo, quien también se encarga de darle el toque musical con su guitarra y sus coplas, enfatizando algunos de los momentos más álgidos de la trama.
En definitiva, se trata de una obra que acapara la atención de principio a fin.
Ficha
Intérpretes Julieta de Moura, Mauricio Méndez, Pablo Paillaman Pieretti, Edgardo Rosini, Mariel Rueda
Dirección Merceditas Elordi
Género Tragedia/Drama
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