Cuando cuatro no es dos más dos

Una sala de espera, una chica herida, un médico que pasa sin dar mucha importancia y un hombre que se acerca a acompañar, es quien la ayudó al momento del accidente callejero. Ellos son Alice (Sofía Gala), Larry (Juan Gil Navarro) y Dan (Gonzalo Valenzuela) respectivamente, sus vidas se cruzaron de casualidad y no tienen idea lo relacionados que estarán a partir de ese momento.

Como en una típica ficción romántica Alice y su caballero andante, Dan, empiezan a salir, hasta que él conoce a Anna (Carolina Peleritti), una fotógrafa que se ocupa de la contratapa de su libro… porque claro, él es escritor; flash va, flash viene, surge una pasión que les cuesta controlar y todo empieza a mezclarse.

Como a pesar de la insistencia de Dan, Anna no quiere avanzar porque él tiene pareja, el escritor toma una actitud muy adolescente y le pacta a ella una particular “cita” con un desconocido, que termina siendo Larry. Ahora sí, los cuatro se fueron conociendo en diferentes y fortuitas circunstancias, ellos y ellas se atraen y nadie se priva de nada, las historias comienzan a cruzarse, los secretos crecen, las alegrías y las lágrimas también.

El espacio escénico está construido en dos niveles, de esta manera aprovechan mucho más cada rincón, diagramando una casa, un consultorio o un club de manera ordenada, con pocos elementos básicos, simbólicos y móviles, lo que ayuda mucho a los cambios de cuadro. Todo es bastante sobrio, negro, gris, blanco, manteca, nada de colores; de esta manera pueden hacer diferentes combinaciones sin que haga ruido en ninguno de los ambientes que van construyendo.

El vestuario sigue la misma línea, vestidos y trajes oscuros, pero cada uno usa algo que revela rasgos de su personalidad, ellos básicamente trajeados, Anna es muy etérea, mientras que Alice es más desenfadada y más osada en lo que usa, igual adentro que afuera.

Cada uno de los personajes tiene una personalidad muy marcada, son diferentes entre sí, mientras que Dan es un apasionado algo obsesivo y culposo, Anna es suave y elegante, Alice es explosiva y Larry puede ser muy tierno o desbordarse, es el personaje que más cambios va teniendo a lo largo de la obra.

La dirección de Corina Fiorillo logra que cada uno pueda brindar un matiz diferente a los hechos y contar cuatro historias individuales, más varias de a dos, tres, cuatro… en simultáneo, volviéndolas permeables entre sí, generando un entretejido que va más allá del texto para enriquecer la puesta.

Ellos se dejan llevar por el deseo ¿a dónde llegarán?

Ficha:

Dirección: Corina Fiorillo

Con: Juan Gil Navarro, Carolina del Carmen Peleritti, Gonzalo Valenzuela y Sofía Gala Castiglione

Género: Drama