Una puerta abierta invita al pasado

¡Que difícil es volver a aquel lugar donde alguna vez todo fue risas, inspiración y amor, y hoy ya no es más que un cementerio de recuerdos y telerañas! ¿Puede una casa tomar la personalidad de quienes la habitan? Un espacio donde sucede una tragedia, ¿puede volver al estado cero? ¿o será aquel suceso una cicatriz imborrable? ¿Es posible revivir un hogar que se encuentra en estado letárgico o quizá, un poco más allá, en un purgatorio escalofriante?
Una propiedad que se vende, una escritura por firmar, una firma que cerrará una etapa en la vida de su propietaria. Una firma que dará comienzo a una nueva etapa en la vida de su nueva inquilina. Una inquilina inesperada. Y una tercera mujer, que vio luz y entró.
“Otros tiempos” es una pieza cargada de nostalgia, malos entendidos y secretos por descubrir. Tres mujeres se encuentran inesperadamente y se ven atrapadas una vez más en el remolino del último capítulo de una historia anterior.
Esta puesta es un punto y aparte de “La Gaviota” de Antón Chéjov y aquí se encuentran una vez más Nina, Masha y Arkádina.
Sus tres actrices: Martha Rodríguez, Graciela Clusó y Marcela Bea interpretaron quince años atrás, la emblemática obra de Chéjov, lo cual carga de sentido toda su representación. Genera mucha intriga saber cómo fue la propuesta de volver a trabajar juntas una vez más. Puede verse mucha confianza entre las tres actrices y un mismo tono actoral.
La escenografía es escueta, digna de una vivienda abandonada por muchos años, data de otra época.
La inclusión de imágenes audiovisuales funciona a modo de preámbulo para el espectador, aunque tal vez hubiera sido conveniente repetir el recurso en algún momento de la función, o realizar las proyecciones una vez que el público estuviese más inmerso en la trama, para poder captar ciertos detalles que quizá en un comienzo no fueron percibidos.
Cabe destacar el ingenio y la labor de su autor y director Rafael Fernández al proponer una continuidad al final desgraciado de “La gaviota”, aunque sería interesante darle más entidad a los aspectos estéticos y la posibilidad de inclusión de una coreografía para brindarles mayor confianza y apoyo a sus intérpretes, a quienes se las veía deambular por el espacio por momentos.
Para los amantes de Chéjov, una ocurrente y tal vez, más esperanzadora segunda parte de una de sus obras más destacadas.

Ficha:
Actrices: Martha Rodríguez, Graciela Clusó y Marcela Bea.
Dirección: Rafael Fernández
Género: Drama