El juego más sangriento del cine regresa

En un año bastante exitoso para el género de terror y sobre todo secuelas de terror, “Saw X” es la última entrega en sumarse a esta tendencia. No sería el comienzo de la temporada más aterradora del año sin el famoso Jigsaw o John Kramer, el hombre que somete a sus víctimas a trampas letales desde 2004, para que demuestren si son dignos de vivir al haber cometido actos indignos.

Esta nueva entrega es una intercuela, es decir, una entrega que se sitúa en lo acontecido entre dos capítulos ya publicados. En este caso, se sitúa después de la primera película, “Saw” (2004) y antes de su secuela, “Saw II” (2005).

En este caso, John (Tobin Bell), es informado que, debido a su cáncer, tiene meses de vida. Como resultado, descubre una organización en la Ciudad de México que aparenta ser la indicada para curarlo por completo. Aparentemente lo hacen pero luego se entera que la operación fue un engaño con el fin de quedarse con su dinero y decide vengarse de cada una de las personas involucradas, mediante su peculiar método de sometimiento a trampas letales, con la ayuda de su socia, Amanda Young (Shawnee Smith).

El director de la película, Kevin Greutert, no es ningún desconocido para la franquicia ya que fue editor de siete entregas y esta es su tercera vez dirigiendo para la saga. De esta manera, la película mantiene los famosos planos y movimientos de cámara característicos durante las secuencias de las trampas, así como, su paleta de color cálida distintiva. A su vez, puede notarse la intención de mantener el estilo y esencia de las primeras películas, a diferencia de la octava parte, “Jigsaw” del 2017, la cual al funcionar como un soft-reboot, es decir, un leve reinicio sin descartar los eventos de las entregas previas, se inclinó a emplear una estética modernizada.

En términos de historia, es un poco más lenta en relación a su introducción, demorando un tanto los momentos más icónicos de la saga: las trampas. De todas

maneras, es una decisión bien justificada, ya que resulta en el desarrollo necesario para reintroducir al protagonista, intentando curar su cáncer y descubrir que finalmente no ocurrió como esperaba.

Él mantiene su filosofía, la cual le permite continuar con sus peculiares métodos ya que no se considera a él mismo el asesino, sino que este sería, el deseo carente de vivir de sus víctimas. Su finalidad es simple: someter a personas que hayan cometido actos inmorales y que, de esa manera, demuestren su anhelo a la vida, siempre y cuando sigan las reglas del “juego”. Como resultado, la redención habría sido lograda. Dicho personaje demuestra una faceta más emocional en esta oportunidad, ya sea mediante el dolor inmenso generado al haber tenido su ilusión de vivir arrebatada o la compasión por aquellos verdaderamente inocentes.

Por otro lado, se encuentra Amanda Young, quien luego de haber sido sometida a una de las trampas en la primera entrega, es ahora socia y aprendiz de Kramer. Mientras él es la mente del dúo, ella es el músculo, la encargada de secuestrar a todas las víctimas. Sin embargo, en esta oportunidad, al igual que su maestro, demuestra ser tanto despiadada como compasiva. Sobre todo, en un momento en el cual tiene dudas sobre si liberar a una de las victimas o no, ya que se identifica con sus conflictos internos.

Como resultado, ambos resultan bastante empáticos, de modo que, el desarrollo de su relación maestro-aprendiz funciona muy bien. Mientras que, los personajes secundarios, en su mayoría sometidos a las trampas, siguen la tendencia de ser caracterizados desde Gabriela (Renata Vaca), la más “inocente”, una joven asustada, con conflictos y sin rumbo en la vida, a Cecilia Pederson (Synnøve Macody Lund) la más “malvada”, la directora de tal organización, una mujer absolutamente despiadada y astuta. De esta manera, resultan más fácil de ser alentados o no en el momento decisivo.

Por otro lado, ¿qué hay de las famosas trampas de Jigsaw a las que somete a sus víctimas? sangrientas como siempre, pero lo más creativas posibles considerando que es la décima entrega. Algunas de ellas son imposibles de creer, por supuesto, pero eso no es relevante en lo absoluto ya que la saga es mayormente reconocida por su incrementado y elaborado gore a medida que pasan los años. De esta manera, continúa siendo el aspecto responsable de los momentos de mayor esplendor de la franquicia durante estos 19 años de películas.

Una de las particularidades de esta décima entrega es el hecho que decidió volver a sus raíces y, como resultado, se establece como una de las secuelas más sólidas. Sin embargo, esto presenta un problema ya que la franquicia no demostraría rumbo alguno.

Hay que recordar que “Saw X” es una intercuela, de modo que tuvo que recurrir al pasado para lograr una historia un poco más cohesiva. Además, las últimas dos entregas no fueron bien recibidas. Aun así, dependiendo cómo termine su desempeño en crítica y taquilla, los estudios Lionsgate y Twisted Pictures, estarían a bordo para más secuelas, por supuesto.

En conclusión,  esta es una digna entrega dentro de una de las franquicias de terror más populares de todos los tiempos, con el suficiente gore, corazón y momentos emotivos de los favoritos de los fans, Tobin Bell y Shawnee Smith, con el fin de mantener a la audiencia lo suficientemente atraída para jugar a un juego una vez más.

 

Ficha Técnica

Título: “Saw X: El juego del miedo”.

Título original: “Saw X”.

Director: Kevin Greutert.

Reparto: Shawnee Smith, Michael Beach, Tobin Bell, Synnøve Macody Lund, Steven Brand, Renata Vaca, Octavio Hinojosa, Paulette Hernandez, Joshua Okamoto.

País de Origen: EE.UU.

Distribuye: BF Paris.

Estreno: 28 de septiembre.