Absurdo criollo
Ficha
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Datos de funciones:
Sábados a las 20
El extranjero, Valentín Gómez 3378 / Teléfonos: 4862-7400
Web: http://www.elextranjeroteatro.com -
Prensa:
GUILLERMO PINTOS
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Entradas:
Entrada: $ 400,00 / $ 350,00 / $ 300,00 / $ 200,00 - Sábado - 20:00 hs
Argentinos somos ¿cómo somos?
Unitarios y federales, rojos y colorados, como si de las eternas divisiones argentinas se tratase, el escenario se escinde por un lado en un rancho rural tierra adentro en Buenos Aires y por otro, en un lujoso departamento porteño. El diseño escenográfico impecable traza dos narrativas entrecruzadas que persiguen un único interrogante: ¿qué define el ser argentino? Iconografía clásica y moderna de nuestro país es revisada con ingenioso humor y brillante talento en Absurdo Criollo, de Marcos Arano y Gabriel Graves.
Bajo la dirección del primero, notable revisionista de nuestra historia en tono crítico teatral, la obra tiene por protagonistas, en el plano rural, a un gaucho cuyo hijo, un joven que vive a la sombra de su padre, no logra cebar un buen mate. La deshonra familiar obliga al patriarca a recorrer el país en busca de lo auténticamente nacional, valor que, sin adelantar demasiado, excede a los territorios criollos. En el entorno urbano, una pareja aristocrática recoletense compite entre sí por un cargo a diputado por mezquinos intereses personales, mientras que su empleada doméstica termina por desafiarlos al devorarse las máximas marxistas de una sola sentada, despertando su razón revolucionaria. Éste y cuantiosos absurdos van componiendo un formidable guion, donde los intereses personales de cada protagonista van develando rasgos profundamente reconocibles de nuestra idiosincrasia. Completan este cuadro, tres talentosos personajes “todo terreno” y un afiatado guitarrista de melodías criollas que complementan a los protagonistas en cada una de las escenas.
La obra de Arano brilla tanto por su humor como por su inteligencia. Su mirada sobre lo nacional, lo histórico y lo política establecen capas de interpretación en la pieza, llena de guiños a espectadores avezados, pero no por ello sin dejar afuera a nadie en un espectáculo para todo público. Nunca esta demás decir que éste cometido sería imposible sin un elenco sumamente sagaz, una puesta detallista y un timing cómico que entretiene por fugaces noventa minutos. Una prueba más de ese off porteño que nada tiene para envidiarle a las grandes producciones.
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