El verdadero poder es cultural

Buenos Aires, 1969. El magnate Nelson Rockefeller visita una tribulada Argentina, de creciente violencia política y social. Un grupo comando realiza un atentado a una docena de supermercados minimax, pertenecientes al mismo empresario estadounidense. Este violento episodio de la historia local resulta disparador para la compañía teatral Los Internacionales para narrar en tono de comedia un absurdo racconto de los hechos como suerte de ensayo sobre el ejercicio del poder cultural. Bajo el título Los minimax y el cazador de talentos, con textos y dirección de Manuel Santos Iñurrieta, reconstruye en clave de humor la batalla cultural de la Argentina de fines de los sesentas.

La obra transcurre en un estudio de radio, simulado al detalle con paneles sonoros, micrófonos y unos bancos. El hermetismo del espacio radial permite que el afuera exista solo mediante el relato de los protagonistas. Ellos son un grupo comando que irrumpe al estudio para leer un comunicado sobre los atentados a los supermercados y un sorpresivo elenco de personajes absurdos, el equipo estable de radioteatros de la emisora. El cruce ridículo entre el universo de la violencia política y una industria cultural pasatista permite al espectador la reflexión sobre el impacto de la cultura en tanto dispositivo de poder. Con referencias a Oesterheld y Orson Wells y muchísimo humor, el guion recorre todo sinsentido posible para demostrar como los productos culturales no dejan de ser resultado de las discusiones políticas de la época.

La compañía Los Internacionales, brillante elenco que tiene acostumbrados a sus seguidores a estas audaces come

dias políticas, está integrada por talentosos y actores y actrices que, en esta ocasión, componen personajes de lo más bizarros. Como una suerte de freak show, acentuado por un excelente maquillaje grotesco, integran la pieza figuras como un cubano anticastrista exiliado, un Elvis autóctono, una reina de belleza del barrio porteño de Villa Crespo, una monja embarazada, una mimo sindicalista, un asesino serial y su socio caníbal. Tomando inspiración de productos culturales reconocibles, los artistas componen personajes individuales y uno colectivo, saltando con ritmo y risas del uno al otro, sosteniendo por poco más de una hora un vertiginoso ensayo teatral. El resultado es más que satisfactorio, a la altura de otras de las grandes producciones de la compañía.

Con astucia y humor, Los minimax y el cazador de talentos es una crítica mordaz a la industria cultural y sus influencias foráneas. Con ojo crítico y puntillismo histórico, la obra viaja en el tiempo para demostrar como hechos tan puntuales como un atentado a propósito de una visita particular tiene efectos en la cultura argentina, la de entonces y la actual. Llena de giros, lo único que no sorprende es que Los Internacionales lo hayan vuelto a lograr con esta comedia brutal.

Ficha:

Intérpretes: Rodrigo Isequilla Giudici, Gastón Ávila, Clara Barreira, Belén Ezquerra, Nicolás Finoli, Marina García, Manuel Santos Iñurrieta, Diana Kamen, Gaby Mercado, Lucía Salatino

Director: Manuel Santos Iñurrieta

Género: Comedia