Te quiero como quiero

En un espacio maravilloso como es el Teatro Damero, se desarrolla la historia de amor y desamor de cuatro parejas al borde de la desesperación. Cada una con su particularidad se ve envuelta en diversos asuntos de la vida sentimental. Por un lado los hombres se juntan a pasarla bien conversando sobre diversos temas y escondiendo un poco la realidad de sus relaciones. Del otro lado, las damas hacen lo mismo, abriendo el debate de cómo manejar y no sufrir en cuestiones del amor.

La sala se encuentra distribuida de una forma muy particular, colocando al público en un lugar de preferencia y protagonismo. Los lugares distribuidos en forma de pasillo y enfrentados unos con otros dejan ver las expresiones del público, gracias a esto cada espectador absorbe y capitaliza de mejor manera la historia.

La escenografía, aunque simple, está muy bien pensada y distribuida, por un lado, el lugar físico donde se juntan los amigos y expresan sus reflexiones, por otro la intimidad de cada pareja a la luz de todos. Esto genera la sensación de que mientras acontece algo en un sector, en el otro, la vida sigue transcurriendo. La iluminación certera en cada momento de la acción concentra atentas miradas en cada cuadro.

La diversidad de personajes hace muy entretenida la función y todos se sienten parte de algún suceso. Los actores encarnan de forma muy acertada algunos problemas de la vida conyugal o extramatrimonial ubicándose por momentos a la altura de una obra dramática y transformándose en comedia por otros. Diferentes interpretaciones y formas de pensar son las variables que se convocan en la obra. Cada uno de los personajes, da cuenta de un arquetipo que podemos encontrar fácilmente en nuestra sociedad.

Con un constante ritmo humorístico, “Quereme como quiero” representa la visión un poco egoísta de lo que cada uno cree que está bien y está mal en su intimidad. Son muy diversos los casos amorosos entre estas cuatro parejas. Todos tienen diferentes ideales y motivaciones que son desplegadas de forma tan real como divertida.

El cierre está motivado por un acercamiento entre espectador-personaje, esto acorta la brecha entre los personajes y sus historias, entre las historias y el público.

 Ficha:

Elenco: Eliana Tobal, Fiorella Camji, Emiliano Marino, Marina Wein, Adrián Molino, Andrea Giase, Sebastian Urban y Leandro Barceló.

Texto, puesta en escena y dirección: Gina Piccirilli.