Pundonor

Pundonor

Ficha

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  • Prensa:

    Cecilia Gamboa

 

A veces solo queda ser una misma y eso basta

Claudia (Andrea Garrote) es una mujer que ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza de la sociología. Específicamente al pensamiento del filósofo y sociólogo Michel Foucault. Sin embargo, por un infortunio tuvo que mantenerse alejada de su trabajo. Volver a la sala de clases es una situación desafiante y riesgosa debido a las razones de su licencia.

Desde el ingreso a la sala esta obra es una experiencia singular. La parte de adelante de un salón de clases está esperando al espectador como si fuera un alumno más. Con un montón de elementos específicos, la puesta en escena logra con precisión un estilo realista. Un pizarrón a tiza, cables en la parte superior. A la izquierda, un basurero rebalsado de papel blanco, seguido de un mesón con unos calcos algo desprendidos, una silla. Finalmente, al lado derecho la puerta de salida. Ya en ese momento, antes de arrancar la función, es posible disfrutar del arte de la representación.

En cuanto al vestuario, es posible observar a una señora de unos 45 años. Las prendas elegidas, los accesorios, el calzado y todos esos objetos que lleva en su bolso construyen, subrayan y complejizan la personalidad de la profesora. Una mujer apasionada por el conocimiento, extrovertida y reflexiva que invita al espectador a un viaje emocional y teórico por la pregunta sobre lo normado. ¿Por qué pareciera que algunos no encajan en la sociedad?, ¿qué pasa con aquellos que se salen de lo normal?, ¿qué lugar se les da a los denominados “locos”? ¿se cuestionan el orden y el poder? la protagonista comparte sus experiencias y emociones respecto al hecho de volver a la escuela y cuenta, en gran parte, lo que le significó su salida.

Con una dramaturgia audaz, la obra ofrece una variedad de capas excepcional. Resulta fácil seguir y disfrutar del monólogo sin necesariamente comprender a cabalidad el contenido teórico del cuál se habla. Ahora bien, quienes manejan esos tópicos, sean maestros o

hayan asistido a una clase con características similares, seguramente disfrutarán del detalle, de la presión y el contraste. El eje de la obra dialoga con otras temáticas y propone encontrar cruces entre ellas ¿cuál es la labor del profesor hoy?, ¿hay control de las redes sociales?, ¿existen errores que no tienen precio?

El trabajo de quién interpreta a la maestra es notable, se vuelve un sin fin de emociones logrando sostener el ritmo del monólogo. Esto no sólo se evidencia su profesionalismo sino que también su entrega y pasión. Con momentos de total absurdo, planteamientos paradójicos, situaciones trágicas esta comedia dramática puede rebasar las expectativas y los pronósticos del espectador. En ese sentido, la frescura del texto y los temas que se ponen en escena y la forma de hacerlo hacen que la obra se mantenga vigente.

Por último, la iluminación y la máquina de humo tendrán un rol fundamental. De una sala de clases con luces cálidas y frías a sumergirse en la vulnerabilidad de Claudia intentando mantener aquel sentimiento de pundonor. El rojo saturado hará del discurso existencialista una urgencia de escucha y sobrevivencia.

Ficha

Interprete: Andrea Garrote

Dirección: Rafael Spregelburd y Andrea Garrote

Género: Comedia dramática

Categorías: Reseñas

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