Personas que se encuentran en lugares

Personas que se encuentran en lugares

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El poder de encontrarse

Este espectáculo habla sobre los encuentros, las “casualidades” (que en el fondo tienen un por qué) y de las personas: sus deseos, resistencias y reacciones cuando aparece un “otro” en algún lugar, de forma inesperada.

Es un musical escrito por la dupla Ignacio Olivera y Juan Pablo Schapira – creadores de “Mamá está más chiquita” –  e interpretado por Michel Hersch y Sabrina Samiter, quiénes a lo largo de la obra representan cuatro situaciones de encuentros. De esta forma, la obra funciona como una antología en la que el denominador común es la conexión entre dos personajes.

Pero cada caso es singular, como dicen, y cada una de las historias tiene su propia particularidad en cuanto al espacio y el contexto dramático así como también en cuanto a sus personajes singulares y contrastantes entre sí. La “magia” escénica que sucede es producto de una gran dirección, dos sublimes actuaciones y la música acompañando cada risa, cada llanto, cada conversación incómoda.

Uno de los primeros encuentros es entre un empleado de un acuario y una oficinista, que por algún motivo, pasa a menudo en el mismo horario solamente “a ver” los peces. En esta historia, titulada “El acuario”, cuenta con un uso acertado de la escenografía al incluir jaulas y peceras con las que el personaje de Hersch interactúa. También desde la dirección se logra un contraste entre el deseo, la insistencia y el interés del empleado en conocer al personaje de Samiter, y el cansancio y hasta en cierto punto automatización de una mujer que en un principio no logra ver más allá de su rutina.

El acuario, a cabo de minutos, pasa a ser un laboratorio estatal de investigación de Astronomía, sin un cambio abismal en la escenografía. En “El Observatorio”, el foco se desplaza de las jaulas y las peceras hacia un gran telescopio celeste con el cual una investigadora becada por el estado planea ver un esperado fenómeno astronómico. El encuentro se da esta vez cuando en ese mismo momento, alguien más quiere ver el fenómeno: un astrólogo que ansía por ver la alineación entre dos planetas. De nuevo aparece el contraste, esta vez entre la ciencia y la “no ciencia”; y el deseo y motivación de cada uno, puesto en jaque por un hecho: hay un sólo telescopio.

Samiter y Hersch dejan a un lado la corporalidad de jóvenes treintañeros para convertirse en una pareja de ancianos en “El Palomar”. En este cuadro, donde la nostalgia y el pasaje del tiempo son temas centrales, los actores se lucen en sus interpretaciones, mostrando una faceta distinta y generando los momentos más emotivos de la obra.

Pero hay un cuarto encuentro (“El refugio”) y es inteligente la decisión de ir introduciendo al espectador de a poco a esta historia, intercalando breves escenas entre los cuadros anteriormente mencionados, generando intriga y expectativa en el público. Ella, una médica cansada de las guardias. Él, un empresario pidiendo por favor que lo despidan. No sólo tienen en común el temprano agotamiento de una vida adulta que está en sus comienzos, sino que toman el colectivo en la misma parada. Al olvidarse él el mp3 en un banco, comienza una ida y vuelta de recomendaciones musicales entre ambos. La música en ese mp3 simboliza aquello que conecta a una persona con un otro, aún cuando esta no lo sabe.

El relato antológico de los encuentros entre personas, fluye hacia la comprensión del mensaje global de la obra; cada historia suma a la anterior. Es útil la inclusión de personajes de distintas edades y aspiraciones, en diferentes circunstancias para poder reforzar lo humano que es encontrarse con otros y así aprender de las diferencias y de uno mismo.

Se puede decir que en realidad hay cinco encuentros – el último, es el de cada espectador que se encuentra con esta obra. Sus motivos para ir serán diversos, algunos habrán ido solos, otros con sus parejas o amigos, pero en el fondo cada persona se encuentra con estas historias y el producto de ese encuentro se siente en forma de aplausos, ovaciones y emoción. “Personas que se encuentran en lugares” es una muestra de que los seres humanos tienen el gran poder de encontrarse.

Ficha

Intérpretes: Michel Hersch, Sabrina Samiter

Dirección general: Ignacio Olivera

Dirección musical: Juan Pablo Schapira

Género: Musical

 

Categorías: Reseñas

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