Las fugitivas
Ficha
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Datos de funciones:
Información sobre las funciones, en la cartelera
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Prensa:
Aída Giacani Adriana Lauro
Hermanas
Alba y Lina son dos hermanas que trabajan como empleadas domésticas en una casa de familia acaudalada, perteneciente al matrimonio compuesto por Boris y Fanny. La vida no ha sido generosa con ellas, ya que su infancia estuvo marcada por la carencia afectiva, el abuso, el maltrato y el hostigamiento de su madre. Escapando de esta tortura doméstica ingresan a trabajar con cama adentro en lo de sus patrones, con quienes establecen un vínculo dispar y a su vez muy particular. Boris representa la figura masculina tan ausente en sus vidas; es el objeto de deseo compartido y disputado por ambas. Por su parte, Fanny es la figura opresora, la que las domina, las somete, las persigue y las observa permanentemente. En ella ven el reflejo de su propia progenitora, y –como ella- también presenta por momentos un costado humano, sensible y afectuoso, aunque estos sean los menos.
Alba y Lina están solas en la vida, solo se tienen la una a la otra; se defienden, se protegen y se cuidan espalda con espalda. Juntas en una relación simbiótica para hacerle frente al mundo –su pequeño mundo- que las asfixia y las ultraja cotidianamente. Hasta que un día, imprevistamente, años y años de sometimiento saldrán a la superficie de manera extrema, violenta y fatal, poniéndolas en una situación sin salida al convertirlas en asesinas despiadadas de su propia opresión. Y a partir de ahí, el destino se encargará de ellas, castigándolas donde más duele: su vínculo indisoluto e inquebrantable.
“Las fugitivas”, escrita y dirigida por Héctor Levy-Daniel, está basada en un hecho real, a través del cual las hermanas Papin fueron condenadas por el asesinato de su patrona en Le Mans, Francia, en 1933. Levy-Daniel toma este hecho para meterse en el universo de estas mujeres, para desandar aquel espinoso camino que las llevó a cometer semejante crimen. Reconstruye sus padecimientos, sus humillaciones, sus sufrimientos de clase y los desnuda intentando mostrar el mecanismo a través del cual se precipitaron los fatídicos hechos. De manera inteligente y precisa presenta a estos seres como seres vulnerables y vulnerados por un sistema, primero familiar y luego social. Los abre, los disecciona, para que se pueda ver su interior, tan frágil y sanguíneo que se confunde el de la víctima con el de las victimarias. Las humaniza, despojando de su superficie la imagen bestial con la que las cubrió el crimen.
Para ello cuenta con tres actrices viscerales, que juegan al extremo la tragedia que las envuelve. Ellas son: Brenda Fabregat, quien compone a la rebelde Lina, la hermana más fuerte; Daniela Rizzo es Alba, la hermana más frágil y servil, y por último Silvia Villazur es Fanny, la señora con aires altaneros y prepotentes, que también es capaz de sensibilizarse y conmoverse con el dúo fraternal, tomando por momentos el rol de la madre. Componen una tríada actoral homogénea y sólida sobre el cual se construye esta historia dramática.
Cabe destacar el maravilloso trabajo corporal de las actrices, principalmente Rizzo y Fabregat, que bajo la dirección coreográfica de la maestra Teresa Duggan, interpretan una serie de momentos danzados donde se funden en movimientos simbióticos que hablan del estrecho vínculo de las hermanas, y que sirven de separadores entre las distintas escenas de la obra.
La puesta es despojada y minimalista. Solo unos pocos elementos en escena (a saber una silla, una valija, unas telas, entre otros). No se necesita más ya que la fuerza de la obra está puesta en las destacadas interpretaciones de Fabregat, Rizzo y Villazur.
Por su parte, las luces y la música –a cargo de Ricardo Sica y de Eduardo Zvetelman respectivamente- además de marcar las distintas intensidades dramáticas de la obra, construyen una atmósfera de belleza poética que se conjuga con el fluir danzado de las figuras humanas.
“Las fugitivas”, abre la mirada ante estas dos hermanas que acorraladas por el destino se enfrentan con la muerte, sin haberla buscado de manera consciente. Porque de manera inconsciente fue compañera de ellas durante toda su vida, en cada uno de los maltratos, de las humillaciones, de las faltas de afecto que las rodearon. La condición de clase fue su propio verdugo pero también fue la razón de ser el verdugo de otro, como un intento de rebelión intempestiva. Quizás esa era la verdadera huida que pretendían estas fugitivas; huir de la propia opresión que no tiene más paredes que las de uno mismo. Interesantísima y conmovedora propuesta para reflexionar.
Ficha:
Actúan: Brenda Fabregat, Daniela Rizzo y Silvia Villazur
Dirección: Héctor Levy-Daniel
Genéro: Drama
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