Partir (se)

Partir (se)

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: sábados de abril y mayo* | 20 h
    Sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas - UBA | Av. Corrientes 2038

  • Prensa:

    Cecilia Gamboa

 

Sinécdoque, Bailar

Mario Benedetti en Primavera con una esquina rota escribe un relato espiralado que se adentra lentamente en la angustia sin fondo del exilio. También está El Exilio de Gardel de Pinos Solanas o Squash de Cozarinsky para nombrar dos más. Son incontables y necesarios los relatos de duelo. Distintas formas de transformar años oscuros de pérdida en luz. También renueva, de tanto en tanto, que emerjan otras formas de contar el exilio.

En Partir(se), Madre e hija encuentran, en Alemania, una oportunidad para reinventarse. Marlies (Lilian Timisky) descubre su habilidad en el trabajo de la tela. Mientras observa por la ventana un paisaje gris, encuentra en ese arte su propio paisaje. Anje (Camila Cobas Lamas), por el contrario, encuentra la oportunidad de seguir buscando, de aproximarse con paso decidido a su sueño de volverse bailaora.

Mientras ellas cuentan su historia, tres bailarines despliegan forma y cuerpo en un espacio Kantoriano. La escenografía es una máquina que coloca los cuerpos bailantes en una multiplicidad de planos y alturas. El vestuario que viaja en el espacio y el tiempo trae acá la Alemania moderna y la España Flamenca. La presencia del motivo textil materializa la idea de “trama”. El abrigo que se va zurciendo con el correr de esas biografías.   

La obra de Belen Galain (ganadora del Primer Premio Germán Rozenmacher) se construye a partir de cosas partidas: madre e hijas están algo partidas de conexión; al mismo tiempo ellas, parten de su heimat (la compleja idea alemana para hogar o patría); el espacio escénico parte danza y teatro; el tiempo enunciado (el pasado) parte la idea teatral del presente; la danza está partida con la música; las telas que trabaja Marlies también son reconstrucciones de retazos, de partes.

También se puede decir que la obra es una partida del juego de la fragmentación. Partiendo (sí, partiendo) de lo que falta (esa valija perdida), hacía lo que emerge (el goce, esa ventana). O, también, del frío modernismo alemán; al caliente flamenco andaluz.

La dimensión que descuida Belen Galain es la de textura sonora. Ambas narradoras mediadas por micrófonos y parlantes, tiñen el aire con sus parecidos timbres en un parloteo que, mediante la anécdota, logran debilitar una dramaturgia de habilidad poética. A la danza la marida mejor la poesía que la narrativa.

El momento de mayor impacto se demora hasta la potencia del tablao, cuando rodeada del calor de los cuerpos, Anje dice: “Yo bailo”. Verbo en presente. Pensamiento musical. Síntesis.

Ficha:

Género: Teatro-Danza

Actuación: Camila Cobas Lamas, Lilian Timisky

Baile: Lucía Lacabana, Mónica Romero, Flavio Zunega

Dirección: Belen Galain

 

Categorías: Reseñas

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