Luz y tinieblas

Las luces habilitan los espacios: un cuarto y una fosa como cuna. Oscurece en la Pampa húmeda y el sonido que evoca aquella lejanía, lo salvaje y el abandono, trasladan e instalan al espectador dentro de este polémico y áspero contexto.

“-Tás preñada-” le había dicho la partera de la estancia a una niña, mujer que, a muy temprana edad, tuvo que enfrentarse con la renuncia y el sometimiento que exige el dominio de la masculinidad y su enorme poder social, que solo se funda en la violencia.

La propuesta escénica aquí presentada, ya en su segunda temporada, cuenta en clave dramática y burlesca, la historia de un abuso social, sexual y cruelmente humano que solo la grandeza de Abelardo Castillo pudo testimoniar en su prosa: “Patrón”, cuento que integra el libro “Cuentos crueles”, en donde se expone la brutalidad de un sistema patriarcal y totalitario. Engendrar un varón como hijo del poder y extender los mandatos de ambición, posesión y violencia será la meta ¿lograrán perpetuarse y conseguir la continuidad de esa estirpe, hoy condenada?

Lo sublime de la interpretación, con la dirección de Julieta Carrera, adopta una imagen caricaturesca que surge de esa mezcla extraña que se da entre la ingenuidad y la fiereza en la niñez. El cinismo se refugia en los excesos del grotesco y en cada palabra, gesto y tono que imprime, con un agudo sentido del humor y del drama, Manuel Vignau convirtiéndose y desdoblándose por momentos. Un padre y un niño, reproches y exigencias se entrelazan en repaso traumático de las experiencias. La madre, la mujer no existe, no se nombra, pero el niño patrón se presenta orgullosamente renacido y satisfecho:

-Yo soy niño patrón- (…)- Ahora soy el padre (…) se ríe y se confiesa con mueca cómplice la criatura. También pregunta a modo de denuncia: – ¿Dónde queda la piedad?

Desde la dirección y la dramaturgia se logra encontrar el tono justo y el perfil interpretativo más apropiado para la puesta escénica. Sin duda la desfachatez y la frescura que se traduce en esta, permiten manejar con soltura lo siniestro del tema. Espacialidad, luz y sonido engrandecen los sentidos y dotan de excelencia la propuesta escénica.

Ficha:

Actor: Manuel Vignau

Dirección: Julieta Carrera

Género: Unipersonal