Las Ciencias Naturales
Ficha
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Datos de funciones:
En cartelera
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Prensa:
CTBA
Descubrimientos ocultos
Esta es una historia centrada el recorrido realizado por un naturalista europeo, para luego de viajar, investigar, vivir y sufrir mucho, entendió que el hombre proviene del mono y de esta manera dio comienzo a lo que actualmente se conoce como teoría de la evolución de la especies.
Es así como el Dr Rudolph Weiss (Agustín Rittano), llegó a la Argentina junto a su asistente, el español Calixto Blanco (Ariel Pérez de María), Doctor también, en busca del origen del ser humano, porque estaba seguro que lo encontraría cerca del Río de la Plata.
El amplio escenario de la sala Casacuberta, está vestido con grandes estructuras de madera clara, incluyendo varias escaleras, dando lugar a diferentes niveles disponibles para que los artistas los habiten y en dos pequeños escenarios, se ubican los instrumentos.
Luego se sumará un gran telón en la parte trasera, pero no hace falta más que esos bloques funcionales, con movimiento y la suma del escenario giratorio, para que de la nada los personajes estén en un barco, una playa pantanosa, en tierra firme, en el Río de la Plata, en Misiones, con una tribu o en una extraña rave por ejemplo. Solo harán falta algunos elementos de utilería para completar algunos cuadros.
Tras una serie de inconvenientes en su viaje, los protagonistas llegan a destino y comienzan su aventura, a pesar de tener diferentes idiomas se entienden bien porque Weiss hace un gran esfuerzo por hablar español y lo hace con un tono bastante gracioso por cierto, como contrapartida del marcado idioma de cuna de su asistente, que es muy refinado a la hora de dialogar.
Si bien la primera parte es bastante contada, los científicos relatan sus aventuras y propósitos, poco a poco, comienza la acción y a ellos se va sumando una serie de personajes llamativos, que dan un sacudón de frescura al espectador, demostrando que están muy lejos de lo que se podría esperar de ellos, de los arquetipos que representan.
Así entran en juego un caudillo y su hija, junto a un asistente, luego miembros de una tribu, una compañía alemana de teatro itinerante, una monja y alguien que solo el hombre a cargo de la expedición ve… el demonio.
Es justamente el diablo, quién pondrá su cola para que todo tome un rumbo que no se esperaba, con diversas estratagemas, hará que los hechos vayan por un camino diferente; su “relación” con el Dr Rudolph, los afectará a todos.
El elenco se completa con Marcos Ferrante, Juan Isola, Gabriela Ditisheim y Andrea Nussembaum, cada uno de ellos desarrolla varios personajes, con un nivel y una calidad interpretativa muy parejas, dejando la vara muy arriba, sus trabajos son impecables.
No conformes con actuar, también son los encargados de la música en vivo, entre escena y escena en la que participan, se calzan los instrumentos y le ponen ritmo a los acontecimientos, a ellos se suma un músico: Ian Shifres.
En lo que respecta al vestuario, una tela crea unicidad, si bien cada uno tiene ropas que definen a su personaje, todos usan al menos una prenda con ese diseño de fondo color crudo con dibujos marrón grisáceo y formas que remiten a pueblos originarios, también algunos elementos de la escenografía la repiten. De esta manera, se pone en evidencia, que más allá de las múltiples y abismales diferencias que se pueda creer que hay entre los personajes, todos tienen algo en común, hay cosas de las que no es posible escapar. Cabe resaltar que las personificaciones en sí son muy buenas, la construcción estética de cada uno es sumamente atinada.
La puesta hace un muy buen uso del espacio, ocupando cada rincón de forma acertada, armando y desarmando los diferentes lugares en los que los personajes pasan varios años de sus vidas, sin hacer grandes cambios ni movimientos, valiéndose también de una puesta de luces que acompaña generando diversos climas.
La conjunción del trabajo de dirección con el actoral, son una mezcla sumamente efectiva, cada uno de los actores brilla desde su lugar, logrando un trabajo conjunto delicioso; resaltar el trabajo de alguno en particular se hace muy difícil, si bien algunos tienen más protagonismo que otros, realmente todos se lucen.
Cabe aclarar, que si cuando al inició se relataron las proezas de este alemán, ustedes, estimados lectores, pensaron que la obra se centraba en Darwin, pues no… en realidad el británico aprovecho que el verdadero descubridor de la teoría pasó al anonimato por su turbulenta vida y se quedó con las loas.
Un espectáculo, divertido, delirante, con mucho ritmo, que cuenta algo que pudo haber pasado en estas tierras y nunca salió a la luz; solventado por un elenco magnífico que se amalgama, convirtiéndose en una unidad con vida propia, que gracias a como está contado (tanto desde el texto, como la puesta), se genera una interesante verosimilitud, con personajes y situaciones que en algunos casos son caricaturescos.
Definitivamente, vale la pena dedicarle 2 horas a esta ingeniosa comedia.
Nota: este espectáculo es parte de experiencia “La saga europea” de la Compañía Teatro Futuro, siendo la primera “Las cautivas”.
Ficha:
Con: Agustín Rittano, Ariel Pérez de María, Marcos Ferrante, Juan Isola, Gabriela Ditisheim y Andrea Nussembaum, con Ian Shifres como músico en escena
Dirección de Mariano Tenconi Blanco.
Género: Comedia
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