Del escenario al living

Todo comienza con el espacio vacío, una luz cenital alumbra un ovillo de hilo, el humo cubre la escena y entran los intérpretes con movimientos lentos, como si fuera una especie de ritual. Con sus cuerpos se generan imágenes y todo se torna onírico. Luego, la realidad.

“Familia de artistas” es la historia de una pareja que ensaya una obra de teatro en su casa, mientras crían a sus hijos. Todo se mezcla. Por un lado se pone en evidencia, la dificultad de realizar teatro de forma independiente, lidiar con los aspectos de la producción, el difícil trabajo de conseguir financiamiento y lo más importante tener disponibilidad de tiempo para la experimentación y creación. Por otro lado, la crianza de los hijos, que modelos sociales les quieren transmitir, cómo se reparten las tareas domésticas y cotidianas. En la vorágine de tener que decir un texto y estar con el otro ojo viendo lo que hace uno de sus hijos, está el núcleo de la obra. La ficción que ensayan da respuestas a los conflictos familiares que aparecen y a su vez, lo familiar da forma a esa ficción. Una dialéctica, en la cual también se hace presente la confusión y el caos. Donde por momentos todo se superpone.

Una propuesta bien planteada por la dramaturgia realizada colectivamente entre los intérpretes y la directora Ana Lidejover. Las actuaciones de Lisandro Penelas y Ana Scannapieco, son sólidas, con un buen desempeño corporal, una mirada intensa y el equilibrio justo entre lo liviano y lo tenso.

Es para descartar la utilización del hilo para generar formas y figuras, dándole una escenografía a la obra. Algo sumamente teatral, usar pocos elementos pero potenciar sus posibilidades.

Finalmente la iluminación acompaña la acción, dando climas y sumándole poética a todo lo anterior.

Una obra interesante, que funde dos mundos para crear uno nuevo. O muestra la cara de un único mundo.

 

Ficha:

Intérpretes: Lisandro Penelas, Ana Scannapieco

Dirección: Ana Lidejover

Género: Drama