La tediosa tarea de tener que remontar esto…

En clave cómica y con gran despliegue histriónico, mucho color y una tremenda ironía Bodas de turquesa, abre el universo de una pareja extremadamente “normal” y atemporal, para introducir al espectador en el cotidiano de la más temible realidad real…  Un hombre y una mujer enlazados y comprometidos en ese afán de alcanzar la felicidad, custodiar la fidelidad, la lealtad y la confianza.

El idilio del comienzo es aquel lugar común tan naturalmente paradisíaco: se despiertan bailando, se miran, se reconocen el uno para el otro. Toda la escena se tiñe de turquesa, símbolo del aniversario de la pareja. Los lenguajes teatrales, el manejo del espacio escénico, luz, sonido y color invitan a imaginar las relaciones de pareja para reflexionar acerca de los disfraces sociales del amor romántico. El comedor de una familia tipo, el cuarto de los hijos y un consultorio indicado por un gran diván en fuerte primer plano, justo bien en proscenio propondrán el juego escénico.  

De pronto, la idea de festejar su aniversario número 18, los confronta para estamparlos de cara a la realidad, tan ajena de aquella lejana fantasía… ella, entusiasmada, querrá salir de picnic y él, aplastado y sin la más mínima voluntad, solo piensa en el refugio de los ravioles de la mamá.  Y esto solo es el comienzo, ya que las escenas se sucederán alternadamente entre la intimidad de la pareja, las ilusiones de ella y sus visitas al terapeuta.

El guión, divertido y dinámico impulsa la intervención de terceros (terapeuta, madre, amiga e hijos) solo en la voz de los protagonistas que proponen un delicioso tránsito de burla y sarcasmo. Las luces como la música acompañan cada escena y habilitan tanto los ambientes como las atmósferas que varían desde el estado de una espléndida y rebosante armonía y conexión, propiciada por el baile y el sentir de los cuerpos acompasados, hasta el más perturbador silencio de la nada misma que provoca toda desilusión y ese no poder comunicarse después de tantos años de convivencia.

La mayor confusión se dará cuando la mujer se tope con un celular y un mensajito comprometedor: “- Cucuruchito te extraño, llamame-”

“Los mejores años de mi vida” reflexionará ella, tomando un frasco de flores de Bach … es sabido que el humor que intenta algún análisis resulta siempre saludable.

 

Ficha

Director: José Luis Álvarez

Intérpretes: Agustín Telechea, Lorena Viterbo

Género: comedia