Lo que no se dice

Una mesa con elementos clásicos de un hogar, cajas desperdigadas por el espacio, un sillón que ocupa la escena central y una mesa con imágenes religiosas, como por ejemplo una virgen y estampitas que se encuentran iluminadas con una vela, como si un ritual de veneración ocurriera constantemente. Todos estos objetos componen el diseño escenográfico creado por Gabriela Delmastro, quien, a su vez, ha tenido a su cargo el vestuario de este drama costumbrista.

La dramaturgia de esta historia, relata los devenires de la familia Benavidez. La matriarca de este clan es Nora (interpretada por Patricia Guillermina Rozas), una abnegada y obstinada mujer que, debido a su crianza y permanencia en un alejado pueblo del interior, lleva a cuestas una vida cargada de prejuicios, de temores y de un recurrente miedo “al qué dirán”.

Nora es madre. Laura, una de sus hijas, pareciera que ha muerto y en torno a su recuerdo, giran muchas de las conversaciones de ese hogar. Anita (Laura Correa), una docente de educación primaria en formación, expresa en sus gestos y en sus acciones que ella es pura ternura y que de alguna manera tiene el rol social de venir a sanar los vínculos familiares tan derruidos. Marcos (Sergio Janusas), compone al hijo que llega desde la ciudad, con un torbellino de emociones, dispuesto a desenmascarar los ardides y las mentiras, no sólo de su casa familiar, sino de gran parte de ese pueblo al que la frase “pueblo chico, infierno grande”, le calza en su justa medida.

Completan el elenco Facundo Salomón (Cristian) y Luciano Diani (Ricardo), que serán la dupla de hermanos, hijos del almacenero del pueblo, que vendrán a manosear y a traer de alguna manera, el caos definitivo para alterar un falso orden reinante.

Todas las actuaciones son correctas, orgánicas y dignas de aplaudir. Cada artista arriba del escenario tiene momentos de destaque y son los artífices de la elaboración de una atmósfera que por momentos roba más de una sonrisa, pero por otros hiela la sangre.

El director de este nutrido elenco es Paolo Giuliano, que además es el dramaturgo de esta pieza, irrumpiendo en la escena teatral independiente y prometiendo quedarse por mucho tiempo más. Quizás la historia construida por Paolo, por momentos se torna muy cruda y paraliza al público, pero esos pasajes serán necesarios para entender muchos fenómenos de violencia intrafamiliar que atraviesan miles de personas en todo el mundo.

Tanto las transiciones de la iluminación, diseñada por José Binetti, como la composición de la música original a cargo de Fernanda Martínez Mina, son esenciales para generar el marco ideal para deleite de la platea.

“Una muerte compartida” es una hermosa y movilizante propuesta de la cartelera porteña. Una obra que transita por diversas temáticas, como los prejuicios, el poder de las palabras, la aceptación de la diversidad sexual, la violencia machista/patriarcal reinante en la sociedad, los secretos familiares que se guardan bajo siete llaves; entre otros temas necesarios para esta actualidad que se atraviesa.

Y como aparece reiteradas veces en las redes sociales de la obra. “Todo en la vida se comparte, menos la soledad”.

Exquisitamente imperdible.

 

Ficha

Elenco: Patricia Rozas, Sergio Janusas, Facundo Salomón, Laura Correa y Luciano Diani.

Dirección: Paolo Giuliano

Género: Drama