Así somos más felices

Cuenta la leyenda que en los esteros santiagueños camina por las noches un animal, inofensivo a simple vista. Que no convoca la mirada temerosa de nadie, un animal que no levanta sospechas, un ser más. Pero por las noches por aquellas noches oscuras cuando los ojos de los pueblerinos ya cerrados y entregados al sueño, se levanta una mula. Una mula endiablada sin miedo a morir y con hambre de matar.

Este es el disparador de una comedia corrida, alocada y estridente, la propuesta surge a través de Claudia una joven que intenta grabar la búsqueda y la captura de una mula poseída por el demonio. Esto no lo hace sola sino que realiza un casting bastante arbitrario y «contrata» a dos personas para que se aventuren con ella en esta fantástica misión, en Lomas de Zamora y de este modo ensayar cómo sería si tuviese esa leyenda en sus manos.

El «como si» está a la orden día. Se «hace de cuenta que» todo el tiempo, el teatro dentro del teatro abre el telón y se puede disfrutar tres actores, directores y dramaturgos (si, ellos tres cumplen todos esos roles en la obra) armando la puesta de como seria la captura de la mula. Pero cuidado que no es nada simple, ya que lo descabellado y absurdo son las agujas que tejen esta enrarecida historia y lo hacen de un modo donde el código del absurdo queda fijo como un contrato. Es un negocio donde todos ganan risas.

Hay intervenciones audiovisuales ya que parte de la historia es contada en pantalla. Recurso que es utilizado para evocar el pasado, contar el presente y por sobre todo hablar de la mula. La escenografía está relacionada al «mundo campamento» y es móvil, simple como también funcional.

La mula endiablada es una creación del grupo Diente de León. El mismo garantiza la risa con una comedia que se ríe del ridículo y goza la parodia sin miedos por más endiablada que este.

Ficha

Actuaciones y dirección : Gonzalo Bourren, Daira Agustina Escalera, Mercedes Cebares

Músico en vivo: Augusto Alvarez