Todos estamos rotos

Todos estamos rotos

Ficha

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Una clásica familia argentina

Esta obra, como lo dice el título, cuenta la vida de una numerosa familia argentina de apellido Garibaldi. Se sitúa en la actualidad y tiene los condimentos necesarios para hacer reír y llorar al espectador a través de las múltiples historias que la atraviesan.

Toda la obra sucede en el comedor del hogar. Luli, la hija de la familia (Marcela Coronel) renuncia a su trabajo en el que llevaba dos días, porque quiere meterse en el mundo del teatro, y es un poco incomprendida, porque en su casa no entienden mucho de ese universo.

Fabián, su padre (Mariano Lorenzo) es un hombre paciente y laborioso que trabaja en una fábrica de electrodomésticos y Matilda, su madre, (Alejandra Martínez), se dedica a la costura desde la casa. Elsa, la abuela (Laura Igelko) también vive con ellos y es experta para criticar constantemente sin descanso, dejando a todos agotados de escucharla.

A esta apretada convivencia se les suman Daniel (Martin Navarro), que es hermano de Fabián, y Mariana su esposa (Mara Teit), que están en crisis y se ven obligados a quedarse luego de un mal negocio que los deja en quiebra y sin poder pagar el alquiler del departamento en que vivían.

La situación económica esta cada vez más complicada para todos y la fábrica de electrodomésticos cierra. Fabián se ve obligado a salir a protestar y buscar trabajo, y al mismo tiempo Matilda se entera de una noticia poco favorables acerca de su salud.

Un personaje que aporta mucho humor a la historia es un policía llamado Faustino (Lisandro Buttiger) que tiene varias apariciones que rompen con el drama, como cuando trata de ganarse el amor de Luli.

A David (Luciano Rojas) que es hijo de Fabián y Matilda, se lo nombra poco porque todos quedaron heridos con su partida, pero decide volver después de mucho tiempo para pedir disculpas y dar explicaciones.  Ahora sí, la casa esta llena.

 

La obra no solo cuenta con un guion fluido lleno de modismos informales que le dan un toque actual y cotidiano, sino que los actores lo llevan con una gran naturalidad y de forma muy espontanea.

Puede verse un trabajo muy preciso de la dirección, que orquestó las salidas y entradas a escena, para que las diversas situaciones puedan darse clara y ordenadamente.

Los vestuarios son simples y coloridos.  Ropa casual, con colores chillones que recuerdan, junto a la cantidad de personajes conviviendo en una misma casa, a un conventillo de la Boca.

La escenografía consta de un par de muebles, como una mesa con un frutero en el centro del escenario, una máquina de coser con un maniquí a un costado, un pequeño sillón frente a un televisor en el otro, y un ventanal en el fondo.  Un apagón de luz hace la división entre escena y escena.

“Todos estamos rotos” invita a la reflexión de entender que nadie es perfecto, y la importancia que tiene concientizar eso en uno mismo y en el otro.  A través de los vínculos familiares transmite la importancia de dejar de juzgar y ver que todos pasan por diversas situaciones en que van a necesitar ayuda, perdón y contención.

Ficha:

Intérpretes: Lisandro Amarú Buttiger, Marcela Coronel, Laura Igelko, Mariano Lorenzo, Alejandra Martínez, Martín Navarro, Luciano Rojas y Mara Teit

Director: Fabián Caero

Género: Comedia dramática

 

Categorías: Reseñas

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