Los perros
Ficha
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Prensa:
SMW
Lo que no se dice
El “dejarse llevar”, el “no interpelarse”, el “no poner en tela de juicio ciertos hábitos cotidianos o posturas ante la vida”, nos lleva a frecuentar lugares comunes en conversaciones donde se repiten citas, anécdotas, historias. Es así, como en los encuentros familiares, por ejemplo, reiteramos una y otra vez las mismas charlas sin decir nada, sin conectar realmente con el otro, sin abordar de fondo temas que nos preocupan; se habla hasta por los codos para evitar que del silencio surja la incomodidad de una pregunta inesperada o el vacío que tanto inquieta.
Esta es una comedia dramática con ciertos delineamientos costumbristas que se vuelve profundamente filosófica, desde el punto de vista heideggeriano – en cuanto a la búsqueda del sentido de la existencia, la pregunta por el ser, la mirada de los otros como condicionante, y la inautenticidad de una vida en la cual se vive como “se” dice que hay que vivir, se habla como “se” dice que hay que hablar, se actúa como “se” dice que hay que actuar, sin ningún tipo de cuestionamiento-.
La trama se desarrolla en torno a una reunión familiar donde se festeja el cumpleaños 40 de Laura, quien comparte este encuentro junto a su pareja y suegros. El padre de él, habla sin parar contando las mismas anécdotas de siempre sobre perros; la madre guarda silencio e intenta tomar alcohol para relajarse o evadirse , y su pareja trata de que todo salga bien, pendiente de que las cosas se mantengan en orden y que nada salga de lugar para cumplir con lo que debe ser un festejo de cumpleaños; pero Laura comienza a preguntarse cosas y a cuestionarlo todo a raíz de un encuentro casual que tuvo con un desconocido, quien le susurró algo que no podrá sacarse de la cabeza.
La dirección y dramaturgia de Nelson Valente es excelente, deja que cada una de las interpretaciones brille en escena, genera climas emotivos e hilarantes, dota a la obra de un dinamismo en el cual el ritmo nunca cae manteniendo de principio a fin la atención del espectador. La escenografía -que recrea el living-comedor de una casa de clase media- juega con las tonalidades de manera armónica y en concordancia con los vestuarios.
El elenco está encabezado por Claudio Rissi -quien compone de forma magistral y sin fisuras un personaje que despierta mucha ternura y empatía -y, a su vez, por María Fiorentino – actriz que encarna su papel con gran ductilidad, aportando comicidad y dramatismo a la escena-. Tanto Melina Petriella como Patricio Aramburu, dos excelentes actores con mucho talento y experiencia, se lucen en el escenario logrando terminar de conformar este atinado reparto.
En esta nueva propuesta (después “El Loco y la camisa”), Nelson Valente vuelve a sorprender con una obra profunda, emotiva y reflexiva, sin dejar de lado el humor; acompañado de un destacable elenco y una impecable puesta.
Ficha:
Intérpretes: Claudio Rissi, María Fiorentino, Melina Petriella y Patricio Aramburu.
Dirección: Nelson Valente
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