Recorte de Jorge Cárdenas cayendo

Recorte de Jorge Cárdenas cayendo

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones sábados de junio y julio a las 23
    Teatro El Extranjero (Valentín Gómez 3378).

  • Prensa:

    CECILIA GAMBOA

  • Entradas:

    Localidades $400 en venta en
    www.elextranjero.com (descuentos por
    alternativateatral.com)

 

Cuerpo, movimiento y memoria

Ciertamente, el teatro como disciplina artística esta lejos de haber agotado su mundo de posibilidades. Es innegable la cantidad de elencos que asumen el desafío de producir una pieza experimental, hazaña de la que no siempre se sale airoso. Por el contrario, cuando se logra y con creces, el público se estremece en su butaca y transita un viaje catártico que estalla en ovaciones y aplausos. Si tuviéramos que dar un ejemplo, Recorte de Jorge Cárdenas cayendo aparecería, sin lugar a duda, en esa lista.

La obra parte de un hito periodístico dentro de los trágicos incidentes de diciembre de 2001 en Buenos Aires: la foto sin vida Jorge Cárdenas, tumbado en las escalinatas del congreso producto de represión. Con semejante desmesura como premisa, la compañía Terceto, en colaboración el performer audiovisual Pariguayo y la dirección Juan Pablo Gómez, se proponen construir memoria no desde la palabra sino desde el movimiento. Así, la puesta se priva de texto para ganar en coreografías llevadas a cabo por tres talentosos y acrobáticos intérpretes (Pablo Censi, Florencia Montaldo y Patricio Tesolín). Pero estos tres vibrantes artistas potencian el carácter histórico y simbólico de sus movimientos a partir de una puesta compleja, mezcla entre un juego de luces, audiovisuales proyectados en todo el escenario, y un trabajo de sonido impecable, con dos músicos en vivo generando climas sonoros, uno a partir de música electrónica y otro con una suerte de batería casera de productos descartados, potente anclaje simbólico de los hechos narrados.

Asistimos entonces a una pieza de unos 45 minutos apuntado a lo sensorial, a la transmisión de esa aura lúgubre que provoca remitirnos a la tragedia. Los intérpretes introducen un puñado de movimientos: caídas, interposiciones y demás figuras que evocan las marchas, los reclamos, postales de 2001. A partir de ellos, el elenco produce potentes coreografías de teatro físico, y juegan así con el clima sonoro para cosechar ese clima de época. Platea alerta, alma mustia y ritmo frenético, el espectáculo excede al experimento y provoca con eficacia y sin necesidad de palabra alguna.

Es difícil definir una pieza de teatro como ésta, y poca falta hace; en silencio, habla por sí sola. La tríada de memoria, cuerpo y arte cobra un nuevo sentido a partir de la obra, genera algo novedoso, un original de compromiso político y artístico, con la inteligencia incluso de una duración suficiente. Si el teatro se desafía a sí mismo para producir una obra tan potente, no hay razón para que el espectador curioso deje de hacer lo mismo y acercarse a este espectáculo tan único.

Ficha:

IDEA & DIRECCION: Juan Pablo Gómez

Categorías: Reseñas

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