La última esperanza

Década del 90, el neoliberalismo está presente en el país. Trae nuevas oportunidades para todos. Boom de negocios familiares, entre ellos, el parripollo. Pero como todo lo bueno en Argentina, dura poco.

El último parripollo, el del chiqui, espera clientes. Hace tiempo que no va nadie, la única decisión que queda es cerrar para siempre el negocio y buscar futuro en otro lado. Pero un accidente logrará hacer aparecer a dos empresarios.

Un negocio surge de improvisto. En él se reflejan la codicia de esos empresarios que buscan hacer plata y la última esperanza de una familia de subsistir.

El futuro nos mantiene preocupados, día a día pensamos en el mañana. Estamos equivocados: es el presente el que realmente importa. Estamos mal, ¿Por qué estamos así? Porque nos olvidamos del pasado. Los errores de ayer los repetimos hoy, por eso vivimos inmersos en esta triste realidad. Depende de nosotros salir adelante y no volver a cometer los mismos errores.

Excelente obra de Guido Villaclara. Una crítica profunda sobre el mundo que se vive, más aún en nuestro país. Atrevida, irreverente, elemental para la vida.

Magnificas actuaciones de Cristian Cimminelli, Mirta Israel, Huilén Medina Senn y León Perazzone. Realizando diversos personajes, logran, con mucho compromiso y entrega, mantener a los espectadores atentos a cada movimiento, y disfrutar del más mínimo detalle.

Para destacar el trabajo de Roberto Cardini en escenografía, Agustín Fassolari en iluminación, Felipe Castro en visuales y Mariano Sanllorenti en artística. Fueron elementos más que necesarios.

Mención especial para el Teatro Mandril. Gracias a los chicos que trabajan en boletería y en la cocina. Se vive un clima amigable desde que uno llega hasta que sale. ¡Muchas gracias!

Recomendado para cualquier civil. Una sobredosis de realidad. Para aplaudir de pie. Una vez más: ¡Que viva el teatro independiente!

Ficha:

Dramaturgia y dirección: Guido Villaclara
Actúan: Cristian Cimminelli, Mirta Israel, Huilén Medina Senn, León Perazzone