Ninguna taradez….compartir arte!!!

Lucho Guedes  presentó “Soy una tarada” (CD doble de 2015) y temas nuevos en el Café Vinilo, Gorriti 3780, un espacio  bien elegido para escuchar canciones intimistas que registran la realidad cotidiana.
Lucho Guedes, más allá del género, no es ningún tarado, ya que sabe rodearse de artistas maravillosos, tanto en el CD doble, como en sus presentaciones en vivo. En estos tiempos compartir un escenario y el arte no es poca cosa, ya que las voces se transforman en polifónicas. Y digo compartir arte, ya que todas las canciones son compuestas por Lucho e introducidas, en su mayoría, por un texto, leído por Ale Simonazzi. Arte es combinar la palabra y la música y en este sentido se nota la influencia de la literatura en Guedes que escribe pequeñas novelas que como él mismo expresa en alguna entrevista “no se pueden escuchar mientras se está planchando”.
Decía que las canciones son precedidas, en su gran mayoría, por un texto del propio y si bien los temas  que se  escuchan se  los puede seguir desde una lectura lineal las letras de Guedes encierran ideas para desgranar más profundas. Su linealidad y el uso de un vocabulario muy particular ya que es bien coloquial (abundan las consabidas malas palabras, si es que existen?… como expresaba Fontanarrosa en el Congreso de la lengua) con palabas lunfardianas barriales del nuevo tiempo que, usamos casi sin darnos cuenta tales como: boleo, tomarse el palo, pendejo, pichirulo, etc.
Más allá de las vivencias las canciones relatan historias de personajes, la mayoría llevan de título un nombre o la descripción de una persona, por ejemplo: Jorge se duerme, Luís y Beti, El Rafa, etc.
En la primera parte del espectáculo desfilaron temas nuevos, desconocidos para el público, que Guedes presentaba con ingenio y humor. Comenzó con “El sonido de la loza”, que relata la historia de una familia disfuncional, ante lo cual Simonazzi agrega si alguno  de los asistentes conoce familias funcionales en la actualidad. El cuestionamiento a los padres y la literatura siempre presente en esta parodia quijoteana, que a la vez,  pretende ser un homenaje. Después continuó “Metros cuadrados” donde Guedes ilustra  y se imagina las relaciones  amorosas hace 40 años y en el tercer tema llega en primer invitado Santiago Vázquez en percusión y otro tema nuevo. En este caso dos personas con sobrepeso y su deseo de paternidad. Continúa con su composición más reciente “Ada” donde Vázquez acompaña con una percusión original tocando una hoja de palmera.
Llega la segunda invitada Nadia Larcher que interpreta dos temas, el segundo “Soy una tarada”, nombre del CD que presenta. El interesante seguir la mirada de satisfacción y admiración de Lucho Guedes ante la interpretación de Larcher, y no es para menos porque es una cantante maravillosa.
Luego es el turno de Sofía Viola y Ezequiel Borra que cantan juntos lo que podríamos denominar un hit de Guedes?…. la canción “Qué boludos”.
Luego es el turno de Brian Chambouleyron y su interpretación de “Mi negra” acompañados maravillosamente por Alan Plachta, y  el recital va llegando a su fin con la presencia de la exquisita Lidia Borda y su interpretación de ”Luís y Beti” y finalmente la presencia del Gran Hernán Cucuza Castiello que brinda su personal versión de “El Rafa”.
El público quiere más, no se quiere ir de esa atmósfera generada por los artistas con un halo que envuelve la sala y Guedes, refiriéndose a él mismo como “un incorrecto profesional”, interpreta un tema nuevo que según el autor es un bajón: “Carece de madurez”.
Lucho Guedes es un músico con una propuesta ingeniosa y original donde cada canción es una historia poderosa, hiper –realista que logra que el escucha se identifique y las vivencie y se emocione.
No hay que perderse a este trovador creativo y profundo que como se notará no es ningún tarado.