El vestido de la discordia

En un taller de costura, una mujer ejerce su oficio sin mayor pena ni gloria. Resguardada de las grandes pasiones que atraviesan al resto de los mortales -el amor, el poder, la ambición, etc.- se aboca a la tarea solitaria de diseñar la ropa de otros. El único interlocutor de esta modista es su propio maniquí, al cual suele contarle el devenir de una vida sin sobresaltos. Hasta que un día, todo cambia: ella que estaba acostumbrada a obedecer, a trabajar adaptándose a los requerimientos de sus clientas, a dejarse llevar por una rutina que le brindaba seguridad, deberá tomar una decisión para la cual no está preparada; porque “decidir” no es algo que se le exija una mujer de su clase.

El texto de Santiago Loza entrecruza magistralmente esta historia con el famoso enfrentamiento de dos mujeres que marcaron una época: Eva Perón y Libertad Lamarque. Ambas, mientras filmaban la película dirigida por Mario Soficci “La cabalgata del circo” (1945), tuvieron una discrepancia que las enemisto de por vida. En las revistas de chimentos, se había propagado incluso el rumor de una supuesta cachetada que le propinó la estrella de aquel entonces (Libertad Lamarque) a la actriz que se decía que gozaba del favor del General Perón.

La obra contrasta la figura de estos personajes emblemáticos de la política y del mundo artístico de nuestro país, con la mirada de una mujer que lejos está de la vertiginosidad y la trascendencia de la vida de estas dos mujeres.

Es destacable el trabajo actoral de María Merlino: con un registro de voz similar a la de la cantante y actriz “Libertad Lamarque” conmueve y captura por completo la atención de toda la platea; además, de generar una enorme empatía con el público como consecuencia de la brillante composición de su personaje.

La dirección de Diego Lerman es impecable, ya que logra aprovechar al máximo los recursos de la actriz, y a su vez, hace un uso equilibrado y potente del espacio escénico. El diseño de luces, la música, el vestuario, la escenografía están en clara sintonía con la propuesta de una puesta en escena donde todo es funcional y necesario para que el maravilloso texto se aloje en la mirada y en los oídos del espectador.

 

“Nada del amor me produce envidia” es una obra que ya lleva muchos años en escena, habiendo participado de diversos festivales tanto nacionales como internacionales. Es una gran oportunidad para ver un espectáculo con un excelente texto, dirección y una actriz que hace un gran trabajo sobre el escenario.

 

Ficha:

Intérpretes: María Merlino

Dirección: Diego Lerman

Género: Melodrama musical