Lo lindo de calzarse es pisar en cualquier lado

Lo lindo de calzarse es pisar en cualquier lado

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: martes 21 hs. hasta el 5 de septiembre
    Duración: 40 minutos
    El Portón de Sánchez
    Sánchez de Bustamante 1034

  • Prensa:

    Prensa: Carolina Alfonso

 

Lo natural

Constantemente nos cruzamos con otros, ocasionalmente nos observamos, pero continuamos como si nada. Seguimos camino,  sin considerar la potencialidad que existe en el  encuentro con ese, con esos otros.

Por varios motivos, encontrarse  siempre es un acto extraordinario. Implica detener el ritmo de nuestra temporalidad y permitirse crear una nueva con ese otro que quizás forma parte de nuestro cotidiano o  es, sencillamente, un desconocido. La naturaleza es un escenario propicio para que sucedan esas eternidades. Quizás por los misterios que ella- en sus diversas manifestaciones- contiene y que, al mismo tiempo, la contienen.

“Lo lindo de calzarse es pisar en cualquier lado”, escrita y dirigida por Julián Rodríguez Rona trata sobre los encuentros que se dan en y junto al río.  Una pareja de jóvenes comparten momentos con el Bocha, un  lugareño del lugar, que en el intercambio con ellos recuerda sus vínculos. La pareja también se encuentra, se mira, de dice.

La dirección de Rodriguez Rona construye la imagen, el tiempo del río con una escenografía rústica, pero expresiva que nos acerca a las orillas de una isla o a los yuyos y a la presencia constante del agua. Estructuras de madera, rollos de cartón acompañan el actuar, el traslado de los cuerpos de los actores que se hacen presentes para representar a los personajes que vemos y a los que imaginamos a partir de los avatares de la memoria.

La actuación de Eugenia Blanc, Andrés Caminos, Ivan Moschner nos construye mundos, verdades de los mismos. Los tonos, las formas de sus voces indican historias, ideologías que se integran a sus palabras y a sus acciones.

El silencio es una constante que es salpicada por los recorridos,  las canciones,  los sonidos de la guitarra y  los diálogos. Esta partitura sonora, lejos de representar a la naturaleza , la origina, la crea, tanto que al salir del momento pequeño, que es la obra, hemos sentido los grillos, el revolotear de los insectos y hasta hemos olido el río que sube, baja, y que nunca vuelve a ser el mismo. Los personajes, en eso espacios tiempos compartidos tampoco lo vuelven a ser.  Hay algo de su esencia que los ha modificado porque, quizás,  como refiere Nietzsche: “Aun el hombre más razonable tiene necesidad de volver a la naturaleza, es decir, a su relación fundamental ilógica con todas las cosas”. Tal vez, en esa percepción de esa otra que es la naturaleza podemos sentir extrañamiento, pero también encontrarnos para comprendernos internamente y  sentir la otredad humana genuinamente.

 

Ficha:

Con: con Andrés Caminos, Eugenia Blanc e Iván Moschner

Dramaturgia y dirección: Julián Rodríguez Rona

Categorías: Reseñas

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