La música de Angel Mahler en concierto

La música de Angel Mahler en concierto

Ficha

  • Datos de funciones:

    Unica función 10 se septiembre.

  • Prensa:

    Prensa: Alejandro Veroutis / Patricia Brañeiro

 

Una noche a toda orquesta

El Gran Rex se vistió de gala, las butacas llenas de gente y expectativas. Una enorme orquesta ocupa casi la totalidad del escenario, luces azules y violetas tiñen delicadamente la escena.

Entra Angel y se sienta al piano que está a un lado del proscenio y bajo una luz blanca, toca algunos acordes, mientras cuenta como nació uno de los temas centrales de “Drácula”. Acto seguido, Damián Mahler, batuta en mano, dirige una hermosa suite de dicha obra. A continuación es su padre quien toma su lugar y se hace cargo de otra suite, en este caso de “Las mil y una noches”, antes de comenzar invita a todos los presentes a dejarse llevar y volar con esa música… realmente es imposible no hacerlo, la magia de la música inundan la sala.

La noche siguió corriendo y los invitados que engalanaron el evento, pasaron uno tras otro, así Carlos Nozzi con cu cello, Carlos Vieu en dirección y los cantantes Raúl Lavié, Adriana Rolla, Germán Barceló, Juan Rodo, Martín Repetto, Paula Almenares, Marisol Otero, Emiliano Fegger, Albertina Ferrucci, Luz Despósito, Matías Mayer, Sandra Mianovich, Florencia Spinelli y Gerónimo Rauch, recorrieron parte de las composiciones del anfitrión; también acompaño con su lectura Marilina Ross.

El coro que presente estaba lleno de figuras e hicieron los honores a la situación, ellos eran: Eluney Zalazar, Lorena García Pacheco, Stella Faggiano, Diego Cáceres, Marcelo Filardo, Hernán Kuttel y se iban sumando algunos de los cantantes cuando no estaban en su cuadro.

El clima que se genero en el lugar fue de fascinación y algarabía, el público esperaba cada obra con emoción y se podían escuchar susurros en la platea cuando la música sonaba y los cantantes participaban, se estableció una comunión inmediata entre los emisores y los receptores. La estupenda orquesta y los magníficos cantantes lograron que el público flote y sea una fiesta.

En los tiempos acelerados que vivimos, este show fue un stop en medio de la vorágine. No es habitual encontrar un concierto de esta talla en la calle Corrientes, fue un placer poder disfrutar del repertorio que abarco desde los sonidos más conocidos como “Drácula”, pasando por “Robin Hood”, un espectáculo realizado en Rosario, hasta un adelanto del musical que se estrenara en enero “Luz Cenicienta”. Llegando al final del espectáculo Gerónimo Rauch interpretando el “Tema de amor de Drácula” y “¿Por qué puede un pájaro ser libre?” de El jorobado de París, despertó una ovación (como ya se habían escuchado otras en la noche). También así, el emocionante cierre antes de los bises, el “Tema de amor de Drácula”, en el que participaron todos los invitados, cal igual que el público, logrando causar escalofríos entre los presentes.

A medida que avanzaba el concierto, Angel contaba cosas referidas a las obras que se iban sucediendo, y quisiera hacer una reflexión al respecto, generalmente apreciamos la música, las bandas sonoras, su formato, su impacto, su decir sin palabras… ese “acompañamiento” que tienen las letras, admiramos esa música per se, pero esta vez fue diferente. El hecho de ver al compositor, de pie, frente a tremenda orquesta sinfónica, poniendo el cuerpo para que todo cobre forma, me llevo a pensar en lo maravilloso que es crear esas piezas, cada una pensada y sentida al detalle, para que cada instrumento tenga su lugar y entre todos creen una melodía, que a su vez es parte de algo aún más grande como un musical… es algo realmente impactante. Por un momento recordé una escena de la película de “Begin again” en la que un productor imagina una música y ve como cada instrumento cobra vida; el hecho de pensar eso multiplicadamente para cada canción, realmente es algo que escapa a la razón y pasa definitivamente al terreno de lo mágico.

La música sana, la música habla, la música une, la música expresa, la música acompaña, la música es compartir, la música es emoción, la música es transmitir, la música reitero es magia y lo que se vivió la noche del 10 de septiembre en el Gran Rex, fue mucho mas que un abracadabra.

Categorías: Musicales, Reseñas

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