Tu ternura molotov
Ficha
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Datos de funciones:
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Prensa:
Duche&Zárate
Terrorismo amoroso
Daniel llega a su casa con urgencia; su mujer le dijo que era el mejor momento para tener relaciones y quedar embarazada: el ciclo menstrual, la temperatura corporal, la posición del óvulo. La pareja (ya consolidada) quiere tener un hijo, varón si es posible. Victoria es una reconocida periodista y presentadora de televisión; él, un abogado de renombre. Ambos están dispuestos a dar un paso hacia delante: formar una familia. Pero, en el momento en que están por concretarlo, un extraño envío de los Estados Unidos llega a nombre de ella. En él encontrarán algo del pasado que los llevará a replantearse el futuro de la relación.
La obra plantea la cuestión, entre otras cosas, de las máscaras sociales, la hipocresía, el condicionante de lo políticamente correcto ante la mirada de los otros, las formas en que puede llegar a vincularse un matrimonio donde el amor es solo una pequeña parte – posiblemente prescindible- de un proyecto de vida. El texto del dramaturgo venezolano, Gustavo Ott, es sagaz, acido, corrosivo. Hace que los protagonistas de esta historia jueguen al límite de sus creencias y convicciones, sacando de sí los aspectos más negativos y menos compasivos del ser humano.
La dirección de Corina Fiorillo es destacable: se ve el minucioso trabajo con los actores, la delimitación del espacio, el sutil desplazamiento, la precisión de las marcas y los climas generados a través de imágenes sensibles y potentes. Por otro lado, tanto Nelson Rueda como Magalí Sánchez Alleno se lucen en las interpretaciones; juegan sus roles con una total organicidad y una perfecta conexión. Sus personajes están muy bien definidos sin caer en estereotipos, generando en el público cierta empatía y, a la vez, rechazo por la oscuridad que muestran. La escenografía -compuesta por un sillón, una mesa ratona y unos paneles de fondo entre otros objetos- recrea de una manera minimalista el departamento donde se lleva a cabo la acción. El diseño de luces es claro y preciso; logra recortar el espacio y recrear ciertos “a partes” cuando se lo requiere.
Contada con mucho humor y a un ritmo vertiginoso, la obra no deja de sorprender a cada instante, haciendo y deshaciendo los hilos de la trama, y desnudando el alma de estos personajes hasta lograr sacar afuera sus miserias más ocultas.
La directora realizó el primer montaje de este material en el CELCIT en el 2006. Años más tarde, decide llevarla nuevamente a escena en otro espacio: la sala “El ópalo” (que le pertenece a ella y a Nelson Rueda entre otros teatristas). En esta decisión se trasluce el deseo y, por demás, el interés y la pasión con la que encara esta propuesta, dando como resultado una maravillosa obra, excelentemente actuada y dirigida.
Ficha:
Intérpretes: Nelson Rueda y Magalí Sánchez Alleno.
Dirección: Corina Fiorillo
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