Incondicional

El encuentro entre un joven escritor y un relato que lo ha conmocionado deviene en una febril aventura creativa frente a su máquina de escribir. Las palabras que va tipeando cobran cuerpo en el escenario para mostrarnos una historia atrapante. Una joven, digamos, su musa, o su enamorada, descubre que se replica en su anatomía aquello que al escritor lo había obsesionado y que genera una metamorfosis que alterará la existencia; primero de ella y luego de ambos, para siempre. Si bien ella rechaza y deplora el cambio, va cediendo luego ante lo inevitable del hecho y comienza a  transitar esta nueva realidad plenamente. La obra recorre la búsqueda de identidad y autoconocimiento de este personaje doblemente pensado, tanto por el autor de la obra como por el escritor en la obra y refiere también cómo el objeto creado modifica al creador, siendo de alguna manera fundante o descubridor de una zona que estaba velada.

Sólo dos actores llevan adelante la propuesta, en un acotado artefacto escenográfico central de madera que van modificando ellos mismos a medida que la historia avanza, mostrando y ocultando cosas para sugerir  nuevos espacios. Esta pequeña estructura es un tanto asfixiante, estimo que contribuye a profundizar el juego de los personajes que da vueltas sobre ellos mismos sin llegar a abrirse, a pesar de incorporar a otros. Son ellos y algunos pocos elementos más en una noche que podría ser de los 80’s, sensación dada tal vez por el whisky, la bandeja del tocadiscos o los colores pastel.

Además de resultar una historia intrigante, se disfruta de las muy buenas actuaciones; es maravilloso  el gradualismo logrado en los cambios del personaje, especialmente la voz y la adaptación consecuente del otro; y es destacable que logra captar el interés hasta el impredecible final.

Ficha:

una obra de Cassio Pires
dirigida por Cecilia Meijide

Elenco: Marina Fantini, Federico Gelber