Efectivamente

El escenario de Vendo humo es de los más curiosos de la cartelera porteña alternativa. En un galpón con paredes renegridas por material plástico se erige una larga mesa/barra en la que se enfrentan dos máquinas de humo. Justo debajo de ellas y en la cara frontal de la mesada se leen textos ocasionales, una suerte de diálogo bizarro entre las bestias cuya fumata simula sus voces. Este curioso pase cómico permite a Juan Onofri Barbato, protagonista y autor con la colaboración de Elisa Carricajo, comparecer en escena para dar comienzo a su última obra.

La extraña puesta antes explicada permite a Barbato darle un marco experimental a su unipersonal con tintes autobiográficos. Como un ensayo sobre sí misma, el intérprete describe las vicisitudes de hacer teatro alternativo. Desde lo más general, como su propia paternidad, hasta la lo particular del país, como la inflación, el dramaturgo utiliza distintos géneros teatrales como excusa para repasar fragmentos de su vida en una narrativa particular. Cada género funciona, así como un efecto especial: la danza, lo documental, el stand up, y hasta el biodrama.

Lo más destacable es el apartado audiovisual. De lo más cuidado de la puesta, Barbato saca provecho de su avezado dominio corporal, un diseño espacial y luminotécnico cuidado (crédito a Facundo Estol) y la música techno pop, para introducir al espectador en instantes bisagra de su vida, desde los más obvios hasta los más aparentemente intrascendentes. La linealidad narrativa pasa a segundo plano en una obra que privilegia más lo que se ve, y el humor se cuela por instantes, como algo anecdótico.

En efecto, Vendo humo es una ironía sobre su propio título, una hipótesis sobre cómo contar la propia vida desde esta expresión tan cotidiana y plurisignificante como la ilusión de la humareda. Desfilan en ella una serie efectos que muestran cómo el autor y director es afectado por las vueltas tan comunes como absurdas de la vida, y su despliegue técnico busca la provocación efectista, el impacto visual y sonoro como apuesta efectiva. La venta de humo, despojada de su connotación negativa, es un espectáculo, y Vendo humo juega al juego del efecto, efectivamente.

Ficha:

Intérprete: Juan Onofri Barbato

Directores: Juan Onofri Barbato, Elisa Carricajo

Género: Performático #Unipersonal