Fuego flamenco

“Soy de las 3000” se llama su nuevo disco, el barrio de las 3000 viviendas es donde creció y obviamente, el lugar al que homenajea, más de 3000fueron los aplausos que se llevó en el concierto realizado el 11 de mayo en la sala Caras y Caretas, el cantaor flamenco, Diego Amador.

Este sevillano tiene más de una particularidad. Si hablamos de un músico flamenco, es muy posible que la primer imagen que nos venga a la mente, es una guitarra, pero en este caso (si bien también se luce con su criolla, tanto así como en la batería), este excelso artista, deslumbra en el piano.

Su voz tiene la coloratura flamenca, desde el hola, el ritmo lo recorre por dentro y explota en su voz y sobre todo en sus manos, cuando se sienta al piano, se lo ve como en un nirvana, en el que solo son el y su música, se van construyendo mutuamente. Pero a su vez, está completamente conectado, con sus músicos, con los cuales juega, se complementa e incluso, se animan a la improvisación en pleno show, cosa que habla de confianza y entendimiento plenos.

Pero no es su única particularidad, sino que también se anima a fusionar el flamenco con ritmos latinos, teniendo excelentes resultados, donde cada género se diferencia y se mezcla con el otro, de manera que ambos están muy presentes, se pueden identificar, pero cuesta separarlos; no solo hace temas nativos de su especialidad, sino que también se da el gusto de hacer alguna canción de Marc Anthony por ejemplo.

Un show que desde lo musical es impecable, lleno de fuerza. Pero también desde lo visual, con un diseño de luces delicioso, impactante desde que arranca hasta que finaliza el espectáculo, juegos permanentes de colores y climas, que van de la mano, con las diferentes instancias planteadas desde lo musical.

Por supuesto, al tratarse de un show en estas tierras, no falto una hermosa suite de tangos y hasta se le animo a Naranjo en flor, reversionada.

Acompañado por una banda internacional, de la que es parte su hijo (quien realizo un hermoso solo de cajón) y el resto de los músicos han llegado desde Sevilla, Miami y México, están completamente ensamblados y es notorio el conocimiento que tienen entre ellos, lo que les da libertad para moverse en escena y lucirse permanentemente.

Diego Amador, acompaño a grandes del flamenco como Tomatito, Camarón, Oscar D’ León o Diego El Cigala, pero su talento lo ubica a la par de cualquiera de ellos; un artista apasionado que se basa en la tradición y se anima a innovar, una gran combinación, digna de ver.