Yira yira

Yira yira

Yira yira

Buscando este mango que te haga morfar…

Un espectáculo abordado desde líneas muy simples y frontales, para mostrar sin vueltas la realidad de un grupo de jóvenes  trabajadores sexuales y cuya su sexualidad es manifiestamente alternativa al modelo binario que el mundo maneja como ‘normal’.

Si bien está muy cuestionado el rol de la prostitución como funcional al patriarcado dominante y hay amplias discusiones sobre el tema, incluso posturas muy contrarias entre si dentro del mismo feminismo y el colectivo LGTBI, esta obra hace un aparte para reivindicar la realidad de estas personas hoy por hoy. Sea como fuere, este trabajo interpela al público en sus pensamientos más íntimos al romper la distancia entre teoría y presencia real.

Nos encontramos entonces simplemente con cuatro jóvenes –muy jóvenes- que toman el espacio escénico y miran a los espectadores a la cara. Hacen contacto visual, sostienen la mirada y también relatan.

Cada uno dirá un monólogo en primera persona de lo que probablemente sean experiencias personales o bien reelaboraciones, no importa tanto, pero usando la palabra como manifiesto de su derecho y deseo de ser quienes son.  La identidad, la dignidad, son derechos muy básicos; sin embargo, algunos deben pelear por ellos.

El elenco está conformado por Leandra Atenea Levin Hidalgo, Juan Ejemplo, Pichón Reyna y Sofía Tramazaygues.  Sofía y Pichón demuestran una gran soltura y capacidad actoral en sus relatos, muy frescos y, de alguna manera, cándidos; Juan es el más provocativo,  más sórdido, aporta  algo más oscuro, un personaje que está  como a la búsqueda de ‘molestar’ tal vez un poco. No en vano es el primero en hablar y maneja un borde, como si esperara alguna respuesta o intervención no planeada de algún presente. Finalmente, aunque este orden es aleatorio, está la magnética Leandra, que en su condición de chica trans indudablemente convoca la mirada; por su elegante producción (para nada concordante con el imaginario de reviente), su altura, y su sinuosa sutileza. El tango que da título a la obra, que ella canta e interpreta, cobra nuevos colores en su boca.

Desde el punto de vista argumental no hay un tránsito en los personajes; el valor radica en desnudar el corazón de estos cuerpos que visten justo al empezar la obra. Una propuesta de aprendizaje, de salir uno mismo algo distinto.

Ficha

Actores: Leandra Atenea Levin Hidalgo, Juan Ejemplo, Pichón Reyna y Sofía Tramazaygues.

Directores: Bruno Isacovik,  Natasa Rajcovik

Categorías: Reseñas

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