¿Quiénes somos en realidad?

Al entrar, vemos a un muchacho caminar por su habitación, un ambiente con algunos pocos muebles.

Descubrimos que ese muchacho se llama Carlos (Albert Salazar), tiene 15 años, plena adolescencia,  intenta evitar a sus padres (o tener una relación mínima), vive pegado a su celular y su patineta. Le gusta escuchar y bailar hip hop. Va al colegio, y se junta con sus amigos. Un adolescente típico.

Un día, a través de una aplicación de citas y encuentros, conoce a Claudia, otra adolescente de 15 años. Tienen gustos en común, se gustan y hablan y hablan todo el tiempo, hasta que un día deciden conocerse. Van con sus amigos a una plaza y se encuentran. El encuentro entre Carlos y Claudia es un gran momento de la obra. La relación continúa hasta que deciden ir a la casa de ella y tener su primera relación sexual.

Por otro lado, Carlos va a una terapia grupal, donde ve que la gente está triste o cuenta cosas tristes, eso hace que él siempre quiera contar cosas buenas o alegres. Allí descubrimos un dato relevante del joven que se irá develando a lo largo de la obra.

La historia continúa, obviamente, y nos habla de la adolescencia, el primer amor, del vínculo entre la familia y, sobre todo, nos habla del racismo, la identidad, y la discriminación social.

Con una puesta sencilla, el protagonista vive su vida, y al rato nos habla (a los espectadores), nos cuenta algo, y nos mete de lleno en su rutina, rompiendo la cuarta pared, haciéndonos partícipes y coprotagonistas.

Es un espectáculo movilizador, que nos atraviesa, y nos hace reflexionar. Uno de sus fuertes es la virtud que tiene para saltar rápidamente de algo cómico a algo dramático, y viceversa.

“A.K.A.” cuenta con un texto brillante de Daniel Meyer, un argentino que tuvo que emigrar a España con su familia a los 15 años; una aceitada puesta en escena y una actuación admirable.

Este unipersonal tuvo gran éxito en el off cuando se estrenó, y ya realizó más de 180 funciones por toda España y recibió varios premios. Hoy es parte de TABA (Festival de Temporada Alta, en Timbre 4).

Es un gran espectáculo, altamente recomendable.

 

Ficha:

Actor: Albert Salazar

Dirección: Montse Rodríguez Clusella

Dramaturgia: Daniel J. Meyer