Polifonía
Ficha
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Datos de funciones:
Reparto:
Teatro: Tadrón Teatro, Niceto Vega 4802
Funciones: Domingos a las 18hs.
Finalización: 25 de junio -
Prensa:
Prensa & Difusión: Mariano Casas Di Nardo
Mujeres al borde de un ataque de nervios
Una llamativa simetría divide la escena. Alfombras y lámparas de luz cálida cumplen con la semejanza en dos planos que espejan el escenario, pero los extremos rompen con dicha igualdad. En esta esquina, la mesa y el maquillaje: estamos en un camarín, y el espejo somos nosotros, la audiencia. En aquella esquina, el teclado, nido del músico (Lucas Herrera), que es el primero en recibirnos en Polifonía.
Mate, celular y partituras dispuestas, nuestro musicalizador ya está listo para un show que iniciará en breves, el de Ezequiel y sus tres coristas. Un pero más respeta la asimetría, y las acompañantes vocales, Eva (Johanna Merschon), Ana (Mariana Pagani) y Lola (Natalia de Elia) comienzan a prepararse, y sus rituales previos al espectáculo requieren el triple de tiempo y minucia que el del pianista.
Siendo los contrastes la premisa que nos acompaña a lo largo del relato, las tres artistas, amigas entre ellas, están todo el tiempo en escena, mientras que el tan mencionado Ezequiel, que se lleva todos los créditos en el show que esta por representar, no aparece. En off, nuestras protagonistas comienzan a pintar el ego de un tribulado músico cuyo ascenso es más que cuestionable. Ana, Lola y Eva van desconstruyendo el mito del héroe que ellas mismas erigieron, revelando infidencias.
El formato de relatar es una nueva oposición, un interesante artilugio que transcurre en el plano de la escena donde nuestro músico es un observador/coro griego gestual, una suerte de escenario dentro de un escenario. La premisa es sencilla, las coristas rompen la pluralidad al cambiar de plano y “salir a escena”, una a la vez, para desplegar un monólogo. Las tres repiten el mismo gesto: avanzan, con acompañamiento musical al teclado, se disponen a cantar al micrófono, pero un pensamiento las detiene. Así, interrumpen el show y realizan catarsis sobre su relación con Ezequiel. La metáfora es clara: el escenario es terapia y refugio del artista. El canto nunca llega, producto de la frustración de nuestras cantantes, patente en el ámbito que les toca transitar como artistas luchando por la fama.
Entre lo coral y lo individual, las chicas se desquitan de mal de amores, de gajes del arte, de penares modernos como el levante en tiempos de Tinder, como el ego del artista, tema eterno si los hay. Sumado a ello un juego ágil de luces, música y plano escénico, Mariana Pagani, autora, directora y actriz de la pieza, nos invita a un entretenido relato teatral que pone entretenidos recursos en ejercicio para transportarnos a la intimidad de estas tres chicas que desean vivir de su pasión. Con un enfoque casi documental (o mockumental) de narración de acciones y pensamientos de nuestros personajes, Polifonía invita a la risa cómplice de un espejo de oposiciones que refleja la ajetreada vida de cantantes como cualquier otra en su afán de entretener al público en búsqueda de su vocación, identidad y felicidad.
Ficha:
Dramaturgia y dirección: Mariana Pagani.
Actrices: Natalia De Elia, Johanna Merschon, Mariana Pagani y Lucas Herrera.
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