Una isla colorida

Podría contarse esta historia como un cuento, empezando con “había una vez”, porque es un relato lleno de color, princesas, príncipes, magia y algunas cosas más, aunque no es una historia infantil, pero su estructura recuerda la época de la niñez, entonces…

Corría el año 1588, cuando España estaba bajo el reinado de Felipe II, quién creó a la “Armada Invencible” con el fin de conquistar Inglaterra, pero todo salió al revés ya que fueron derrotados en el Canal de la Mancha  y este hecho dio inicio a las políticas coloniales del Reino Unido sobre los caídos.

A raíz de esto el Rey decretó que sus hijas Rubí (Anita Martínez) y Salmón (Valentina Podio) debían casarse con dos nobles británicos. La Reina Esmeralda (Cristina Alberó),  madre de las jóvenes, no estaba de acuerdo con la decisión, ya que toda su vida se sintió condicionada por los hombres y no quería que sus hijas vivan lo mismo, por lo que usó sus poderes mágicos y las llevó a vivir en una isla desierta, donde estarían las tres solas, podrían ser libres y felices.

Por otro lado, veinte años atrás, quién ahora es conocido como el leñador Marrón (Antonio Grimau), tuvo un pensamiento similar al de la y se instaló en la misma isla con sus hijos  Verdemar (Marcelo Mazzarello) y Azulcielo (Juan Cottet), también leñadores, para no cruzarse con ninguna mujer más en su vida.

Planteado esto, es claro que los planes no funcionaron y lo que sigue es una comedia de enredos, que tiene la particularidad de hacer referencia a la obra de Shakespeare de manera fluida.

La dirección de Eduardo Gondell le imprime ritmo y explota la veta humorística de todo el elenco, con sutileza para evitar caer en el grotesco, logrando un espectáculo muy entretenido.

Los actores, que además se animan con algunas canciones, ensamblan muy bien y tienen una gran dinámica en escena; aunque todos manejan muy bien la clave humorística, cabe destacar a Martínez y Mazzarello, quienes no necesitan más que una mirada o un pequeño gesto para lograr la risa en la platea.

La escenografía, que sitúa los hechos en la isla, está construida con madera desnuda y son formas no muy determinadas pero si versátiles, ya que la función está determinada por como se la nombra en cada oportunidad; más allá de eso solo hay un gran telón tornasolado, que hace las veces de la gran capa mágica de la Reina.

Respecto al vestuario, cuenta quienes son los personajes con solo verlos y tiene (sobre todo el de ellas) la posibilidad de transformarse según lo que haga falta. Sus nombres se ven reflejadas en toda o parte de su ropa.

Una historia que toma algunos datos de la realidad, para jugar con ellos y convertirlos en una divertida historia, llevada a cabo por un muy buen equipo.

Una isla que envía a estos seis personajes llenos de prejuicios que deberán ir rompiendo, al sitio exacto del que estaban escapando.

 

Ficha:

Con: Antonio Grimau, Cristina Alberó, Marcelo Mazzarello, Anita Martínez, Juan Cottet y Valen Podio.

Dirección Eduardo Gondell