El juego de la vida

En un  pueblo inhóspito se encuentra un pequeño bar, rancio y un poco lúgubre, que de tanto en tanto está abierto. En sus mejores épocas lo visitaban jóvenes para jugar con máquinas de videojuegos (comúnmente llamado fichines). En la actualidad acuden muy pocas personas a tomar, jugar a las cartas y a provocar algún disturbio.

El dueño es Don Eugenio, un anciano muy enojado y frustrado con la vida, una suerte de perro rabioso, al que nadie quiere acercarse demasiado. Franco, es un joven que llega con energía y entusiasmo al bar con un único fin: comprar la máquina de videojuegos “Wonder boy”, una de las pocas  que han quedado en Argentina y que el tan hostil el dueño del lugar, posee en su haber.

Entre idas y venidas los personajes comparten copas, mantienen charlas profundas donde surgen también peleas.

De este modo se conocen las capas que cubren a Don Eugenio, lo que le hace doler, que es lo que extraña y a quien no puede llamar. Mientras tanto en la vereda de enfrente Franco más abierto a las emociones así como a la inmadurez, busca en este viejo ermitaño un confidente y devela sus propios conflictos amorosos.

La escenografía es una extensión materializada del personaje principal Don Eugenio, ambos son un tributo al descuido, el desorden y también a lo vintage. La iluminación da cuenta del paso de los días que Franco pasa en el pueblo y con ellos cada visita al bar.

El texto es simple con notas de comicidad y picos altos de ternura, las actuaciones de Sebastián Dartayete y Guido D’ Albo (nominado a los premios “Trinidad Guevara” en la terna de Mejor actuación protagónica masculina por el personaje de Don Eugenio) le dan cuerpo y voz de modo contundente y precisó.

Ambos personajes inician una relación poco amable que deriva con el correr de los minutos en aquellos vínculos que nunca se olvidan, no porque dejan una cicatriz si no una huella. Es allí donde la pieza hace ancla en el afecto y en las segundas oportunidades, que son vitales en “el juego de la vida” si se quiere pasar al siguiente nivel.

 

Ficha

Actúan:  Guido D’Albo y Sebastián Dartayete

Dirección: Francisco González Gil

Género: Comedia dramática