Personas, lugares & cosas

Personas, lugares & cosas

Encierros

En el mundo de hoy todo corre muy a prisa, la realidad se vuelve efímera, la inmediatez prima, la superficialidad reina y todo pareciera estar iluminado por luces estroboscópicas que distorsionan y confunden, lo real, eso que está “fuera de la matrix”, pareciera ser cada vez más dejado de lado. Ficción, realidad, los límites se desdibujan ¿qué es qué? ¿existen esos límites? ¿vale la pena que estén?… autenticidad, verdad… ¿qué lugar ocupan actualmente?.

Emma (Florencia Otero) es actriz, cree en ella o quiere hacerlo, de hecho es posible que lo haga o quiera hacer, al menos sabe que así debería ser. Ella es adicta y quiere salir de ese lugar, porque las drogas, el alcohol y las mentiras, la llevaron al abismo en el que se encuentra, donde camina por la cornisa y si no encuentra quién le tienda una mano, cualquier paso en falso, podría hacerla caer para siempre. Elige internarse y terminar con todo lo que le hace mal.

De la boca para afuera todo va bien, pero internamente, tiene una colección de resistencias y corazas que dificultan todo. Médicos, asistentes y un grupo de apoyo intentan ayudarla, mientras también se ayudan a sí mismos y claro, necesitan de ella. Las premisas más importantes de ese lugar son abrirse y no mentir… como si fuera tan fácil.

Un espacio que muta tanto como las ideas de la protagonista, con algunos elementos simples como un escritorio, sillas, una cama y algunas cosas más sirven de base, para construir los diferentes espacios en los que se van dando los hechos. Esto se complementa y completa con proyecciones en las paredes que muestran, no sólo los lugares, sino que por momentos crean climas y agregan información a los acontecimientos.

La música electrónica fuerte, reiterativa, que no deja pensar y evade, llega en momentos claves, cuando la confusión y la desorientación se apoderan de la escena.

Julio Panno desde la dirección, plantea una puesta en la que por momentos todo parece una alucinación y en otros la realidad más pura y dura, aunque la oniria en la que se mueve Emma mientras intenta desintoxicarse, se ve reflejada en lo que se ve y escucha en el escenario, donde los personajes se multiplican, se mezclan, se confunden, los discursos reales se entrelazan con  otros inventados a modo de armadura, de protección y esto repercute en todos los personajes.

Los movimientos escenográficos, junto a los efectos sonoros y el uso del espacio escénico, dan cuenta de todo esto, es un combo exquisito.

El vestuario acompaña en la construcción de los personajes, ya que muestran con un simple golpe de vista quién es quién, siendo el personaje de Florencia, el que lleva la ropa más simple, tanto en la elección de las prendas como los colores neutros y claros que utiliza, mostrando quizá que está parada en un punto neutro… inicio, llegada ¿quién lo sabe? pero todo tiende a neutralizar para volver a empezar y sumar el color que le haga bien.

Respecto a las actuaciones son muy parejas, en general actúan como un coro que rodea a la protagonista, donde resalta Nelson Rueda como una suerte de asistente de la clínica, quizá el personaje más cercano a Emma durante su estadía.

Por otro lado Beatriz Spelzini, jugando tres roles, cada uno diferente del otro, con características muy marcadas tanto desde lo actitudinal, como lo corporal; es la contrafigura de Emma, un trabajo destacable.

Por último Florencia, posiblemente esté haciendo su mejor trabajo en teatro de texto hasta el momento, podría decirse que “Personas, lugares & cosas”, es equivalente al lugar que ocupó “Rent” a nivel teatro musical, pero en este caso, en texto, es decir, un espectáculo que la lleva a otro nivel en su carrera.

Empezando por decir que en dos horas prácticamente no sale de escena y no para de hablar, lo que ya es un logro importante a nivel memoria solamente. Más allá de eso, su construcción es minuciosa y detallada, desde el uso de la voz, con un tono más bajo del que naturalmente tiene, la corporalidad, los movimientos y la unión de todo desde el hacer. Tremendo trabajo.

Un espectáculo que muestra cómo es posible estar encerrado en uno mismo, en una mentira, una adicción, en una relación, en un lugar, en la sociedad… dónde sea, porque cada uno puede construir sus propias paredes y elegir si romperlas, dejarlas como están o achicarlas cada vez más, todo dependerá, que haya del otro lado.

Ficha:

Está protagonizada por Florencia Otero, acompañada por un elenco integrado por Beatriz Spelzini, Carlos Kaspar, Nelson Rueda, Coni Marino, Gabriel Rovito, Santiago Racca, María Latzina, Estefanía D’Anna, Roco Sáenz, Fiore Provenzano y Marina Artigas. Asistente de escena: Nahuel Horacio Martínez.

Dirección: Jualio Panno

Género: drama

Categorías: Reseñas

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