Nosotras, mujeres

Cinco mujeres a través de un trabajo interdisciplinario de danza, música e iluminación exponen las tensiones de poder que atraviesan el universo femenino, partiendo del lugar incómodo y la búsqueda exhaustiva del movimiento físico para potenciar la fuerza, la resistencia y el empuje de nosotras, mujeres.

Matka es la segunda pieza de la trilogía que dirige Julieta Rodriguez Grumberg en donde busca, en este caso, indagar sobre los mecanismos de poder, sus relaciones y distribución de roles en procesos que encarnan en el cuerpo humano.

La clave en la dramaturgia y dirección general se encuentra en el juego que existe, a través de los diferentes recursos escénicos y técnicos, entre lo oculto y lo público, entre el silencio y el sonido, entre la imaginación y la realidad, entre lo intangible y lo tangible de este universo femenino.

Hay una rigurosa investigación coreográfica que propone en un comienzo, una estructura rígida al unísono que va, de lo mínimo a lo máximo, de lo pequeño a lo grande, de lo individual a lo colectivo, y así viceversa.

La puesta en escena está pensada de forma tal que el espectador presencie, con cierta contemplación, como poco a poco se va rompiendo aquella disposición espacial de cuerpos armados y “preconfigurados” para darle lugar, en momentos muy particulares, al juego un poco más desestructurado, dentro del ya establecido sistema o esqueleto físico y estético que diseña Grumberg.

La propuesta de lumínica es única, el manejo dentro de la escena de las luces lo vuelve sumamente íntimo. No solo son las luces de la sala las que iluminan de forma fija a las intérpretes, sino que, además son ellas mismas las que se pintan y alumbran mutuamente con luces móviles que se encuentran dispersas en el espacio. De esta manera, se refuerza una vez más el punto de vista que lleva a cabo Julieta Rodríguez Grumberg para con Matka, las interpretes juegan con lo que se ve y lo que no se ve, y a partir de ello, dónde, cómo y por qué focalizar cierta situación, espacio o parte del cuerpo. Hay un trabajo minucioso en la narrativa, y en la fundamentación puesta en práctica de una idea que va más allá de las palabras, sino que atraviesa de lleno en lo sensible a través del cuerpo.

De todas formas, es importante destacar la investigación que hay desde el sonido, no solo musical sino también de la voz que se acopla sutilmente al diseño sonoro. El cuerpo como instrumento de percusión, y la voz como instrumento de viento.

Matka es una obra de danza contemporánea sumamente sensible y profunda, de gran carácter artístico y técnico, que privilegia la investigación de los recursos escenográficos para lograr con poco un gran despliegue, y por sobre todo la emoción del espectador.

 

Ficha

Intérpretes: Carolina Fallat, Georgina Forconesi, Lola Capua, Florencia Santillo y Sofía Pozzati

Dirección general: Julieta Rodríguez Grumberg

Género: Danza