Matilda

Matilda

Ficha

  • Datos de funciones:

    Info en nuestra cartelera

  • Prensa:

    Soy prensa

 

La magia de las historias

Matilda (Isabella Sorrentino) es una niña dulce, fuerte, inteligente y mágica, nació con un don que no fue valorizado por sus padres, al contrario, pero la vida la llevó por el camino de luz que merecía.

“Matilda” es una obra que nació cinematográficamente en 1997, luego en el 2010 se hizo el musical en teatro  y ésta última versión fue llevada el cine el año pasado, por eso quienes vayan al Gran Rex, verán algo muy similar al film más reciente.

Si bien muchas veces se coqueteó con la idea de montar esta pieza e incluso en alguna oportunidad se había empezado a materializar, esta es la primera vez que se hace en Argentina de manera oficial y la respuesta del público es increíble, posicionándola como el musical record de pre venta.

Entrar a la sala, requiere entregarse a soñar. El gran escenario tiene una cuádruple M gigante de led azul (que irá cambiando de color) y las paredes están llenas de letras, que se irán pintando de diversos colores y cobrando vida a lo largo del espectáculo.

La niña es parte de una familia (Fernanda Metilli la madre, José María Listorti el padre y Lionel Arostegui el hermano) que ama la TV y le tiene fobia a los libros, tienen escrúpulos dudosos y aman ser el centro de atención, mientras que ella, es exactamente lo opuesto. Para que la vida sea más agradable se refugia en las historias que lee y que inventa, es así como asiste frecuentemente a la biblioteca y allí entre enormes estanterías, llenas de punta a punta con libros multicolores, le cuenta un cuento a la señora Phelps (Deborath Turza), la encargada, pero quizá con el correr de la historia, eso que inventa cobre otro sentido.

Su suerte no termina y la mandan a un colegio que tiene por directora a una mujer que deja bastante que desear: Tronchatoro (Agustín “Soy Rada” Aristarán) que le hará a ella y el resto de los alumnos (incluso a los docentes), el día a día poco agradable, incluso a veces, pareciéndose a una cárcel.

La construcción de la escuela, cuenta con dos partes, la exterior con grandes rejas e imponentes estatuas, con un aspecto general bastante tenebroso y el interior, dónde las aulas son luminosas y en el caso de la protagonista, el frente está la señorita Miel (Laurita Fernández), con quién establecen una hermosa relación.

Es así como la pequeña Matilda muestra fortaleza detrás de su delicado aspecto, uniéndose a sus compañeros y maestra, haciendo todo lo posible para que las cosas mejoren en la escuela.

La producción se desplegó a fondo, en lo visual, lo artístico y cada detalle desde el ingreso al teatro, todo está sumamente cuidado y pensado con el deleite del espectador como horizonte.

Lo que respecta a las interpretaciones, vale comenzar por los adultos. El humor centralizado mayormente en los padres, tanto Fernanda como José María (acompañados por Arostegui), son efectivos, híper caracterizados a nivel casi caricaturesco, ponen todo desde la interpretación para que lo que se ve tenga sentido. Colores estridentes, conjugan a la perfección con las personalidades que se reflejan desde la forma de hablar hasta los movimientos. Ambos están muy bien y vale indicar que Listorti es una revelación para el género.

Laura está muy bien en el rol de esta dulce maestra con un pasado complejo, que se une tanto a su pequeña alumna. Si bien ya se desempeñó en otros musicales y es sabido que tiene habilidades para este tipo de espectáculos, es en el canto dónde más sobresale en este caso.

Y claro, el personaje de Tronchatoro es quizá el más esperado, la relación amor/odio que tiene el público con ella, exige que quién se calce las botas esté a la altura. Realmente Agustín más que estar a la altura, la sobrepasa, se mete a la platea en el bolsillo desde que aparece, con un desempaño magnífico, se desdibuja el actor y aparece el personaje en toda su completitud. La forma de caminar, de mirar, la voz, el modo de hablar, sus movimientos y energía, nada queda librado al azar. Un trabajo digno de ver y no sería raro, que le valga algunas estatuillas. Aplausos para él.

“Los grandes” se completan con Eluney Zalazar y Rodrigo Villani que literalmente vuelan, Emiliano Pi Álvarez, Bianca Aristarán, Camila Rosen, Christian Alladio, Juana Cardozo, María Fernanda Provenzano, Mavi Colombo, Martina Rubio, Pedro Vega, Pilar Dantin y Sacha Bercovich, un equipo muy sólido, todos súper talentosos, construyen cuadros fluidos, completamente amalgamados; junto a ellos están Nahuel Adhami y Leandro Bassano que se despegan del resto, con una entrega versátil y cabal.

Por supuesto los grandes protagonistas son los niños, antes que nada, darles tranquilidad queridos lectores amantes del género… hay artistas para rato! el talento de este conjunto de chicos, emociona.

El elenco infantil presente en la función a la que asistimos, estaba compuesto por: Catalina Barrionuevo (Amanda), Guadalupe Landrein (Alicia), Bianca Dichiera (Hortensia), Milo Burgess-Webb (Nigel), Nicolás Henseler (Eric), Mateo Aciarreta (Tommy), tanto en los momentos que tienen sus apariciones individuales como en las grupales, un desempeño impecable, son divertidos, se mueven con soltura, ocupan muy bien los espacios, respetan los tiempos, la curva dramática, ensamblan a la perfección al cantar y bailar, un nivel de profesionalismo muy elevado.

Cabe destacar el trabajo de la pequeña Catalina Giorgi Vázquez en el rol de Lavanda, es pícara, tierna, absolutamente fresca y graciosa, llama mucho la atención.

Y por supuesto en un momento llegó el ronroneo, que se volvió rumor y terminó en un grito a todo pulmón, al ritmo de “Bruce, Bruce, Bruce” y allí estaba él, Benjamín Pintos Salgado, que no sólo le tenía que hacer frente a la enorme torta de chocolate, sino a uno de los personajes más queridos de esta historia y realmente lo hace muy bien. Le aporta un toque muy tierno y a la vez un poco “colgado” a este adorable peque.

Por último, la protagonista Isabella Sorrentino. Ella se desenvuelve como si caminara escenarios hace más años que las indicados por las últimas velitas en la torta de su último cumple. Canta y se mueve con gracia y soltura, además su interpretación desde lo actoral es conmovedora, se la banca, incluso cuando se queda sola en frente a más de 3200 butacas llenas sin titubeos, con solidez y un ángel que claramente la marcarán de por vida.

Hablar de los aspectos técnicos, es un compilado de elogios, los movimientos de la enorme e imponente escenografía ¿alguien dijo Jorge Ferrari?… obvio, no para de superarse, más la magnífica puesta de luces, impecable. Por el lado del sonido, música, voces, pistas, todo funciona a la perfección.

Si hay una cosa que podría elevar aún más este espectáculo, sería la orquesta en vivo.

Lo mismo se repite en las áreas de vestuario, pelucas y caracterizaciones, quienes conjuntamente dieron en el blanco con cada personaje, otorgándole el punto justo de realidad o caricatura que requiere.

Claro está que todo esto no se podría lograr sin un equipo sólido y ultra profesional respaldando el proyecto, para eso están Analía González y Rosario Asencio en las diversas coreos, Macarena del Mastro asistiendo en la dirección con los niños, Silvana Tomé asistiendo al enorme Sebastián Mazzoni en la dirección vocal, Sebastián realmente tiene un crecimiento maravilloso en este rol y hoy en día es uno de los más prestigiosos profesionales en el cargo.

Y finalmente un dúo que, si esta obra tiene magia, es porque ellos la tienen. Marcelo Caballero (dirección de actores y puesta en escena) y Ariel Del Mastro (dirección general y puesta en escena). Son dos monstruos del teatro, la habilidad, coordinación y talento necesarios para enfrentar un proyecto de esta talla, no los tiene cualquiera, solo un ramillete de artistas podría hacerse cargo y ellos lo hacen de una manera admirable.

Coordinar todos los aspectos técnicos y de puesta, más la música, coreos, que no se pierda la actuación, que el mensaje llegue, manejar a un grupo tan grande donde gran parte son niños y por supuesto dejar en alto un título tan esperado, de verdad que son muchos frentes y ellos hacen que todos cierren de la mejor manera. Una dupla imparable.

Toda la obra es un deleite, pero cabe resaltar el cuadro de “Voy a crecer” que es realmente una bomba de magia y el patio de la escuela (que se reinventa varias vece) cambia por completo gracias a una hilera de hamacas gigantes.

No queda mucho por agregar, es uno de esos espectáculos que quienes viajan no se lo quieren perder y acá va un secreto… vengan… acérquense… está versión supera ampliamente a la de Broadway!

 

Nota: por temas legales, hay tres elencos completos de niños que van alternando en las diferentes funciones, en la nota se menciona a quienes estuvieron el día que asistimos. En las redes de la obra, se puede ver que elenco protagonizará cada función.

 

Ficha:

Con:

Matilda: Isabella Sorrentino, Catalina Picone y Victoria Vidal

Agustín “Soy Rada”Aristarán, Laura Fernandez, José María Listorti, Fernanda Metilli, Deborah Turza, Lionel Arostegui, Eluney Zalazar, Rodrigo Villani, Emiliano Pi Alvarez, Bianca Aristarán, Camila Rosen, Christian Alladio, Juana Cardozo, María Fernanda Provenzano, Mavi Colombo, Martina Rubio, Pedro Vega, Pilar Dantin, Sacha Bercovich, Nahuel Adhami y Leandro Baassano.

Elencos Infantiles: Catalina Barrionuevo / Carmela Venecia / Mia Caccia Torres (Amanda), Guadalupe Landrein / Martina de Almeida / Oriana Ledesma (Alicia), Bianca Dichiera / Eva Bernhard / Nina Perez Pradal (Hortensia), Milo Burgess-Webb / Lautaro Muro López / Lucas Porto (Nigel), Nicolás Henseler / Eitá Liazer / Mateo Tognolotti (Eric), Mateo Aciarreta / Felipe Rovner / Matteo Yavanovich Pueyrredón (Tommy), Catalina Giorgi Vázquez / Jazmín Simonian / Sofía Oscos (Lavanda), Benjamín Pintos Salgado / Dante Barbera / Francisco Barrera oro (Bruce)

Ariel Del Mastro (dirección general y puesta en escena)

Marcelo Caballero (dirección de actores y puesta en escena)

Sebastián Mazzoni (dirección vocal)

Género: musical

Categorías: Musicales, Reseñas

Escribe un comentario

Only registered users can comment.