Los recortado
Ficha
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Datos de funciones:
Información sobre las funciones, en la cartelera
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Prensa:
Natacha Delgado
Andá a cantarle a Gardel
El período transcurrido entre 1930 y 1940 en Argentina fue denominado como la “década infame”. Una etapa en la cual se hacía notar la crisis económica mundial luego del crack financiero de la bolsa de Nueva York, a la cual se le dio el nombre de “la gran depresión”. Pero también fue un período teñido de corrupción, fraudes electorales y predominio autoritario de la oligarquía por sobre las clases populares que muchas veces eran marginadas del sistema cayendo en la indigencia.
Este es el caso de los protagonistas de Los Recortado: cuatro personas que viven en la marginalidad, soñando con salir de ella motivados por la esperanza de un futuro éxito como artistas.
Raquel (quien gran parte de la obra se hace llamar Azucena, su nombre artístico) y Pucho son una pareja que vive en la periferia de la ciudad de Buenos Aires, marginados por una sociedad que les da la espalda dejándolos casi sin posibilidades de progreso y bienestar. Sobreviven con lo mínimo gracias a sus artimañas para conseguir comida y sustento. Ambos son amantes del tango y sueñan con crear un espectáculo musical para el cual el mismísimo Carlos Gardel les compusiera un tango para último cuadro que daría cierre al formidable show. Por eso se unen a Chuchi, una mujer de “mala vida” que fue despedida de un cabaret (quien tenía trato con la madre de Gardel y conocía al artista) y al Mudo, un músico un tanto particular. A partir de ahí van desarrollándose las escenas de ensayos y situaciones irrisorias con diálogos desopilantes que nos hablan de las acontecimientos de la época (que bien podrían darse en la actualidad). Pero en un momento, todas las ilusiones se ven truncadas por la noticia de la muerte de Gardel, el zorzal criollo, acaecida en 1935 en Medellín, Colombia.
La obra escrita por Luis Longhi, quien además de dramaturgo es actor y músico, contiene muchos elementos de grotesco, sobre todo partiendo de una de las premisas de ese género que dice que cuando en la escena los personajes lloran por sus desgracias, el público ríe. Los actores encarnan maravillosamente a estos personajes que por momentos dan risa y por momentos generan compasión. Todos son muy versátiles ya que además cantan, excepto Rober Segura quien además de tocar varios instrumentos en escena, con su dominio del lenguaje corporal y gestual produce momentos de mucha comicidad.
Todo en la puesta en escena está pensado para dar marco a esta sensación de miseria, de pobreza y de carencia: desde el vestuario de época realizado por Jess Menéndez, la escenografía funcional de Fernando Díaz y la iluminación de Héctor Calmet, que termina de darle el tono un tanto sombrío y decadente a la historia.
Una excelente propuesta para los amantes del teatro y la música.
Ficha:
Intérpretes: Mariano Cáceres, Natalia Chiesi, Rosario Albornoz, Rober Segura
Dirección: Natacha Delgado
Género: Grotesco, Musical
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