Ferrari
Ficha
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Datos de funciones:
Estreno en cines 8/2
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Prensa:
Raquel Flotta Prensa & Comunicaciones
Manejar para sobrevivir
Adam Driver se sumerge en el icónico Enzo Ferrari en un presente donde las carreras del legendario empresario han llegado a su fin. La película de Michael Mann se transporta al verano italiano de 1957, donde la sombra de la quiebra se cierne sobre la empresa de autos Ferrari. En medio de tensiones domésticas, Enzo, interpretado por Driver, se debate entre su esposa, Laura (Penélope Cruz), su amante Lina (Shailene Woodley) y la inminente bancarrota. Desesperado por cambiar su destino, decide arriesgar su futuro participando en la emblemática carrera Mille Miglia, que atraviesa toda Italia.
Michael Mann, reconocido por dirigir películas que exploran las personalidades imperfectas de hombres desafiantes, como «Heat» y la película de «Miami Vice», asume la tarea de sumergir al espectador en la apasionante historia de Enzo Ferrari, un hombre obsesionado con ganar la carrera de la vida. Ya sea en la búsqueda del récord de velocidad o perfeccionando las especificaciones de sus vehículos, Enzo Ferrari parece haber sido un individuo insaciable.
La película elige un enfoque poco convencional al comenzar en un momento crucial de la vida del protagonista, omitiendo aspectos más tradicionales de una biografía, como la infancia o momentos destacados, sumergiéndose directamente en la trama. «Ferrari» revela un desequilibrio palpable, con la constante sensación de que en cualquier momento algo podría salir mal.
En el universo de Enzo Ferrari, prácticamente todos son desechables: pilotos, amantes, empleados, y demás. Driver capta de manera magistral cómo el personaje lucha por mantener el afecto de las dos mujeres en su vida: su esposa Laura y su amante Lina, con quien guarda en secreto la existencia de un hijo, Piero Ferrari. Además, la reciente pérdida de su único hijo con su esposa Laura, Alfredo, añade una capa de dolor desde los primeros compases de la película, humanizando a Ferrari y evitando que sea percibido simplemente como una figura sin emociones.
Adam Driver, a pesar de la inicial extrañeza visual con maquillaje y peluca, ofrece una actuación fina y fría que encapsula magistralmente la confianza y el temor en su interpretación del personaje. Y sí, él encarna el acero frío de «Ferrari», Cruz es el fuego que aviva el motor de la película. Su interpretación es simplemente brillante, destacando en cada escena en la que participa y consolidándose como una de las mejores actuaciones de su generación. La seriedad de su personaje, combinada con sus actitudes toscas, aporta los mejores diálogos y momentos de alivio cómico a lo largo de la película.
La química entre Driver y Cruz es palpable y única, destacando en cada escena en la que comparten pantalla, donde ambos se complementan de manera brillante. La calidad de los acentos italianos en esta película puede ser cuestionada, pero es un tanto inevitable en películas donde personajes italianos son interpretados por actores norteamericanos, como fue el caso criticado de «House of Gucci», también protagonizada por Driver. De todas maneras, la calidad actoral de los dos protagonistas supera cualquier inconveniente.
En lo que respecta al ritmo, la película tiende a volverse un tanto lenta y repetitiva al centrarse constantemente en los conflictos matrimoniales de Enzo Ferrari. Sin embargo, los momentos culminantes de la película encuentran su punto álgido en las emocionantes carreras de automóviles Ferrari, donde la técnica cinematográfica se destaca más que nunca. Estos momentos capturan la atención del espectador de manera intensa, eclipsando en cierta medida el drama matrimonial de Ferrari.
El mérito del ritmo bien gestionado y las cautivadoras escenas de acción en «Ferrari» no solo recae en la fina dirección de Michael Mann, sino también en la impactante cinematografía de Eric Messerschmidt y la hábil edición de Pietro Scalia. No es sencillo estructurar escenas que involucren riesgo, persecuciones y alta intensidad, pero Pietro lo ejecuta con aparente facilidad. Aunque la película podría haber prescindido de algunas escenas más lentas de diálogo que desequilibran el ritmo. Es también importante mencionar la contribución de Daniel Pemberton en la banda sonora, elementos técnicos que elevan la película a un nivel cinematográfico notable.
“Ferrari” es una película que presenta un fragmento posiblemente intrigante de historia, especialmente para aquellos espectadores que conocen poco del célebre icono de los autos de velocidad. Revela la tristeza subyacente de un hombre y sus vínculos más complejos a medida que profundiza. Aunque estructuralmente puede resultar un tanto lenta, con algunas escenas que pueden parecer algo prolongadas, «Ferrari» compensa con impactantes escenas de acción al final que dejarán a más de uno con la boca abierta. En resumen, es una película de un nivel cinematográfico muy elevado.
Durante el verano de 1957, detrás del espectáculo de la Fórmula 1, el expiloto Enzo Ferrari (Adam Driver) está en crisis y la quiebra amenaza su fábrica automotriz que diez años atrás construyó junto con su esposa Laura (Penélope Cruz). El volátil matrimonio de Enzo también ha sido afectado por la pérdida de su hijo Dino y el reconocimiento de un hijo nacido fuera del matrimonio, Piero, concebido con Lina Lardi (Shailene Woodley).
Enzo deberá enfrentar algunos puntos de inflexión como la presión financiera para aumentar la productividad, lo que significa ir en contra de su antiguo deseo de producir solo autos de carrera. Mientras tanto, la pasión de sus pilotos por ganar la traicionera carrera de 1.000 millas a través de Italia, la Mille Miglia los empujará al límite.
Ficha
Dirección: Michael Mann
Titulo Internacional: Ferrari
Género: Drama, Biografía.
Elenco: Adam Driver, Penélope Cruz, Shailene Woodley.
Duración: 2h 10min
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