Ella no quiere más.

Esta viuda solitaria vive sus días totalmente abatida, tiene problemas de con la bebida, pocas ganas de relacionarse con la gente, malhumor y un claro sentimiento de tristeza, todo esto hace que uno sienta una especie de amor odio por ella. Sus dos hijos, algo retraídos, se apoyan mutuamente, parece que por momentos que se olvidan de su madre o no saben cómo manejarla. Dentro del contexto en el que viven, aunque parezcan unidos son bastante solitarios y viven en un clima de constante depresión. Con una verdad que buscan a gritos pero de la que no se puede hablar. Él dedica a su vida a cuidar a su hermana, quien quedo paralitica en un accidente.
Todo sucede en la sala de estar en donde parece que no pasara el tiempo, como si los días fueran todos iguales, el clima desgarrador, de lentitud que se genera es fundamental y está muy bien logrado por todos los artistas que componen la obra. Con un gran acompañamiento de la parte técnica en luces y sonido. Además de los tiempos que se manejan,  también son elementales y están puestos en momentos claves.
Sin dudas es para destacar el trabajo de Lili Popovich, que quien ya la ha visto antes sabe la calidad de actriz que es y en esta obra no defrauda. Su interpretación es excelente y claro que quienes la acompañan tanto Nicolás Asprella como Luciana Caisutti están más que a su altura.

Es una obra cruda, profunda y real, bien desarrollada, con una muy buena puesta en escena y con un interesante mensaje. No es para quien espera pasar un rato agradable, más bien entre risas, pero no porque la obra disguste sí no porque la misma despierta todo tipo de emociones, por momentos incomoda, entristece, vale la pena ir a verla.
Ficha:

Con: Lili Popovich, Luciana Caisutti y Nicolás Asprella

Dirección: Graciela Pereyra