El hambre, crónicas de una compañía trágica

El hambre, crónicas de una compañía trágica

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información de las funciones, en nuestra cartelera

  • Prensa:

    Pablo Lancone

 


Vendedores de sueños

En tiempos donde el sálvese quien pueda parece haberse convertido en la consigna tácita de una sociedad cada vez más desigual, la falta de oportunidades atraviesa con crudeza todos los ámbitos, y el mundo artístico no es la excepción. El acceso a los espacios de producción, visibilidad y trabajo se restringe a unos pocos, mientras cientos —o miles— de artistas quedan al margen del circuito oficial, resistiendo desde la periferia con creatividad, esfuerzo y, sobre todo, una profunda convicción. En este contexto, El Hambre, crónicas de una compañía trágica no sólo emerge como una propuesta teatral, sino también como un grito poético contra la injusticia social y el desamparo estructural que condiciona las trayectorias de quienes apuestan al arte como forma de vida.

Esta crónica, irrumpe en la escena del teatro independiente de manera sumamente original como necesaria. Bajo la idea, dramaturgia, música, dirección general y puesta en escena de Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano, esta obra musical despliega una trama cargada de sentido social, poesía y una estética singular que interpela al público desde el primer acorde. Esta dupla, ya ha probado ser sumamente exitosa y una vez más, lo demuestran con la creación de esta joya musical. Un consolidado equipo creativo encargado de generar esta maravillosa obra de arte.

La historia gira en torno a una compañía de teatro itinerante que transita diversos territorios en busca de una oportunidad en el mundo artístico. Esta premisa, simple en apariencia, se convierte en una poderosa metáfora sobre la dificultad de acceder al circuito teatral profesional, sobre las puertas que no se abren y los intentos frustrados de cientos de artistas que, en la Argentina y en el mundo, sostienen su arte a fuerza de deseo, resistencia y comunidad.

El elenco, conformado por Leila Assad, Verónica De Bunder, Marian Morelli, Cinthia Colasurdo, Zoe Verbena, Belén Frontera, Nadia Zajic y Malena Luchetti, muestra un desempeño parejo y sólido tanto en lo actoral como en lo vocal y corporal. Entre ellos, se destacan las interpretaciones de Marian Morelli en el papel de José de Santos Lugares —quien oficia de narrador y eje de la trama— y de Belén Frontera como la poetisa piel de lobo, cuya calidad vocal se impone con fuerza y sensibilidad. También vale destacar el trabajo de Cinthia Colasurdo en el rol de María Keka del Palomar, quién se muestra sumamente orgánica y divertida arriba del escenario.

Las coreografías, sencillas pero muy efectivas, acompañan de forma orgánica las escenas y se fusionan con una música aportando gran riqueza dramatúrgica. Con referencias a la comedia musical internacional y a la música popular argentina, la banda sonora se interpreta en vivo bajo el piano de Ernesto Biasotti, quien musicaliza cada momento con precisión y calidez, creando una atmósfera envolvente y divertida.

Las canciones, con letras repetitivas y pegadizas, funcionan como un puente entre la crítica y la celebración. Es inevitable sentir un contagio por la energía de las melodías que, sin perder profundidad, invitan al goce colectivo.

El vestuario, diseñado por La Costurera Teatro, se inscribe en una estética distópica y futurista: cada prenda y accesorio parece haber sido arrancado de un mundo colapsado, aportando una identidad visual potente a los personajes. La escenografía, a cargo de Phepandú, es austera pero significativa. Un único dispositivo central —repleto de cajas, marcos, paraguas y objetos diversos— se transforma con ingenio en múltiples espacios, evidenciando una lógica artesanal que dialoga perfectamente con el espíritu de la obra.

Los textos que componen esta pieza son profundamente poéticos y abren múltiples capas de lectura. En sus diálogos y monólogos, se perciben referencias a la historia argentina —como el urgente y necesario lema del “Nunca Más”— y una constante invitación a pensar críticamente la realidad. En definitiva, cada espectador es convocado a construir su propia interpretación a partir de una propuesta que no impone certezas, sino que habilita preguntas.

El Hambre, crónicas de una compañía trágica es una obra dinámica, luminosa y profundamente crítica. Una joya del teatro independiente que no teme decir, mostrar ni cantar sobre las injusticias que atraviesa el mundo actual, y que encuentra en su mezcla de humor, dolor y belleza una forma única de hacer arte. Imperdible.

 

Ficha

Libro – Idea original: Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano

Música original: Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano

Elenco: Belén Frontera, Cinthia Colasurdo, Leila Assad, Malena Luchetti, Marian Morelli, Nadia Zajic, Verónica Belén Rodriguez, Zoe Verbena, Gonzalo Rivarola

Músico en vivo: Ernersto Biasotti

Asistente general: Milagros Craparo

Diseño de escenografía: PHEPANDÚ

Diseño de vestuario: La costurera Teatro

Diseño gráfico: Mariano Morelli

Dirección de actores, puesta en escena y dirección general: Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano

Prensa: Pablito Lancone

Producción Artística: PHEPANDÚ

Producción Ejecutiva: EL HAMBRE

Categorías: Reseñas

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