Una celebración entre la danza y la música

Se abre el telón, vislumbrándose las siluetas del cuerpo de danza. Las luces tímidamente alumbran el escenario vacío que pronto se ocupará con arte y las bailarinas de danza contemporánea. Una soga es el lazo que atravesará todo el escenario, uniendo y desatando nudos, siendo el único elemento escenográfico que integrará la obra. Dicho elemento puede ser interpretado como aquellos lazos sociales que se resquebrajan en un mundo donde encontrar lugar o compañía en un cuerpo de danza, puede ser difícil.

La música del disco “Oscuro éxtasis” de Wos inunda una sala llena donde cada movimiento realizado es preciso, ligándose con naturalidad a cada uno de los fragmentos de las canciones.

La coreografía elaborada por Alcaval y Gianna Logullo, jóvenes con un futuro prometedor y que el público debería seguir de cerca, presenta a dos bailarinas principales: Gianna Logullo y Julieta Del Vecchio que guiarán a su grupo, derivando en un enfrentamiento donde se entrelaza el acercamiento amoroso y el rechazo, presente en circunstancias de conflicto. En ese diálogo, el cuerpo de danza integra bandos representados por el color azul y el rosa, pero ambos, con una misma base de color negro. Esta estética urbana se traslada en las tonalidades del maquillaje.

En otras ocasiones, la música de Wos se interrumpe para representar una pelea de gatos, clara personificación del conflicto entre bandos antagonistas.

Tal vez, la inesperada interrupción de la música para congelar el sufrimiento del conflicto entre los integrantes del grupo, sea uno de los momentos más llamativos, porque le otorga una pausa, un vacío, donde los espectadores vislumbrarán que la música también está integrada de silencios y dramatismos.

El uso de velar en forma oscura a los integrantes para luego dar lugar al baile, también se puede interpretar como una forma de encontrarse en las sombras y develarse en el baile, en el encuentro con otras, se quiebra la soledad y surge la música y la danza como celebración. Aquello que el mismo significado de “Zeth” sugiere, una investigación a explorar la danza contemporánea en clave de recital.

Por otra parte, el trabajo de iluminación es formidable porque se luce empleando diversos recursos, desde una iluminación cenital (o en picado), contraluz, iluminación nadir, etc. Además, por momentos, se encarga de generar con una leve luz, momentos de mayor intimidad y soledad en el escenario, y en otras ocasiones, despliega una dinámica de luces para el momento de celebración y “agite”. En este juego de iluminación impera, el uso del azul y rosa.

Por último, el cuerpo de baile, se despliega utilizando todo el espacio, rompiendo la cuarta pared e invitando al público, a unirse a esta celebración de la unión entre la danza y la música.

En conclusión, la obra “Zethache”, dirigida por Alcaval es una magnífica obra de arte donde la danza y la música de unen en una maravillosa apuesta para no perderse.

Ficha

Elenco:  Gianna Logullo – Julieta Del Vecchio – Agathe Moreno – Agustina Pezzente – Ailin Rojas – Aldana Soto – Catalina Villamayor – Delfina Lértora – Florencia Cáceres – Florencia Ciccotelli – Lara Bogado – Lucia Castañon – Luana Da Silva – Lourdes Viva – Milene Traverso – Sofía Perez – Sol Vasquez – Agustina Siguero – Belén Villegas – Candela Cardozo – Claudia Rosello – Juana Gaitan – Juana Samperi – Lucía Blanco – Nicolás Miranda – Paloma García – Paula Servetto – Regina Chiarello – Sofía Montes – Sofía Sivo

Dirección: Alcalaval

Género: Danza contemporánea