Ellos crean en el acto

Contrariamente a lo que suele pasar en el teatro, los integrantes de “The impros”, cada función se suben a escena sin saber que va a pasar una vez que estén ahí, cada función es tan sorprendente para ellos como para su público.

La cosa es así, mientras el público se acomoda, va recibiendo un papelito en el que deben anotar entre otros estos datos: un título, una parte del cuerpo y algo que quieran aprender, una vez completadas las hojitas irán a una muy especial urna y se convertirán en un protagonista más de la noche, quizá el más importante, ya que sin él, el show, sería otro. Una vez que las hojitas están en el escenario, entra el presentador y comienza el espectáculo.

La dinámica es simple el maestro de ceremonias, va sacando papelitos y en base a lo que dicen, arman improvisaciones, las cuales complejizan agregando una consigna extra que se relaciona con el formato que deberá tener la impro, esto puede hacer referencia al tempo, la forma, el género, etc., es así como se van sucediendo las escenas; el público además de divertirse mucho, se vuelve participe cuando su idea se lleva a cabo por parte de los protagonistas. Hay que tener una regla básica del género “está prohibido negar”, todas las propuestas deben ser tomadas y trabajadas conjuntamente a como de lugar.

Ver a los interpretes en escena, da cuenta de un entendimiento cabal ya que este tipo de espectáculos no da lugar a la duda o a pisarse, todo tiene que estar muy aceitado para que salgan cuadros divertidos e ingeniosos función tras función, cosa que este elenco logra sin lugar a dudas. De manera opuesta a lo que se puede pensar, es un género que requiere mucho ensayo y un gran entrenamiento y por lo que se ve desde la platea, en “The impros” existe ese compromiso, evidencian que mucho trabajo para obtener esos resultados.

Un espectáculo divertido, diferente, que se propone hacer reír a la gente y lo logra, cada función es sin dudas una misión cumplida.