Adiós a la novia

Un hermoso salón con un gran cortinado rosa de fondo, paquetas cajas de regalos, un sillón de tres cuerpos, una mesa dulce con copas para brindar y una gran torta de bodas en el medio, iluminación perfecta y tres chicas vestidas de idéntica manera, con bellos vestidos de fiesta a modo de madrinas, pintan el ambiente; aunque si se las escucha hablar, en realidad no están festejando nada.

Juli se iba a casar, todo era perfecto, el novio, los invitados, el lugar, la comida, la ropa, todo lo que había soñado para su boda se haría realidad. Ella decidió pasar la noche anterior con sus amigas y todo lo que parecía de ensueño, se volvió una pesadilla, cuando apareció ahogada en la piscina… la novia se suicidó y sus amigas están repletas de preguntas.

La fiesta se convirtió en velorio y esa confusa y angustiante noche, fue una montaña rusa de emociones para sus tres mejores amigas, quienes intentaron comprender lo sucedido de la forma más disparatada que se podría imaginar. Con sus vestidos rojos y coronitas de flores, comieron y tomaron cuanto pudieron, porque quizá así, podrían tapar ese hueco en el estómago, que ni siquiera podían definir bien.

El humor negro sobrevuela el espectáculo y mientras lloran a su amiga, surgen cuestiones de la vida compartida y se reprochan algunas cosas que de tanto conocerse, no lastiman ni hacen mella. Se habla de la muerte sin golpes bajos, el público se divierte, mientras estas jóvenes repasan todo aquello que les duele y también cosas que les han dado felicidad, el absurdo sobrevuela el accionar de esa noche eterna.

Esta obra de Carla Scatarelli, cuenta con tres intérpretes de primera línea, como son María Figueras, Florencia Limonoff, Denise Yañez. Sus trabajos son impecables, poniéndose en los cuerpos de estas amigas a las que les acaba de cambiar la vida, un momento que sin dudas será una bisagra para todas y como es lógico, pareciera que el cuerpo no alcanza para sobrellevar el momento. Cada una de ellas intenta hacerle frente a su manera, lo mejor que puede, como le sale y entre todas intentan empujar para el mismo lado y sobrellevar este momento.

Las tres actrices ponen su cuerpo a disposición del personaje y la historia, llegan a un punto en el cual lo que dicen y hacen, se escinde del maremoto interno que intentan acallar y esa tensión se ve reflejada en su trabajo. La sinergia que generan entre ellas, hace que todo funcione.

Quítame la respiración, en este caso es mucho más que un tema clásico, quizá fue un pedido de ayuda que nadie escuchó.

Un espectáculo que habla de la vida, la muerte, el amor, la amistad y el vacío entre otras cosas, que lleva a reflexionar de lo efímero de un momento y deja pensando en cómo cada uno vive y aprovecha su vida, porque después de todo, es solo un ratito.

Ficha:

Elenco: María Figueras, Florencia Limonoff, Denise Yañez

Dramaturgia y dirección: Carla Scatarelli