Moconá, tierra de polacos

Moconá, tierra de polacos

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    Duche&Zárate

 

El llanto de las cunas vacías

La palabra moconá es un vocablo guaraní que significa “que todo lo traga”. En misiones, tierra de inmigrantes polacos, esa palabra es utilizada para darle nombre a lugares turísticos como el Parque provincial o Los saltos. Sin embargo, en esta obra la palabra toma su sentido más genuino, ya que nos habla de lo que es devorado en el anonimato de lo que parece desaparecer ante la mirada del otro o se prefiere ignorar.

Una pareja que trabaja y vive en una humilde proveeduría, cerca de la ruta, en un pueblo de la provincia de Misiones, intenta sobrevivir vendiendo lo que esté a su alcance; a eso se dedican, y el destino de sus propios hijos no escapa, tampoco, al designo de convertirse en una mercancía más. La pobreza, las condiciones de hacinamientos, la precariedad de su forma de vida, los llevar a priorizar sus necesidades más elementales; hasta que un día, aparece un joven que se muestra interesado en comprar su propiedad ocultando sus verdaderas intenciones y todo cambia.

La dramaturgia de Valeria Baranchuk toca un tema tan delicado como la compra-venta de bebes, tomando distancia de una mirada estigmatizadora o rígidamente moralizante. Se mete de lleno en la controversia e intenta sumergir al público en el mundo de sus personajes, en sus contradicciones, en el ámbito que define las condiciones y delimita muchas veces las posibilidades de pensar o de actuar de los individuos.

La dirección de Carla Scatarelli logra generar el ambiente y los climas de tensión que la trama de la obra requiere; juega con los espacios en off, es decir, con lo que ocurre en el detrás de escena, y también permite que más allá del texto, las situaciones se muestren solventes. La escenografía – perfectamente resuelta- contextualiza y recrea el ámbito en el cual se despliegan los personajes.

Las interpretaciones son muy buenas: están claramente definidas las líneas de acción y hay una enorme conexión entre los intérpretes. Cabe destacar, sin embargo, el trabajo de Carlos Kaspar por su composición, veracidad y contundencia en los momentos de mayor dramatismo, así como también, el revés de sensibilidad y empatía que le imprime a un personaje tan controvertido.

Sin dudas, la propuesta abre un tema poco transitado y debatido en la escena teatral actual, haciendo reflexionar al espectador, sin la intención de ofrecerle una respuesta, sino de darle la posibilidad de hacerse preguntas que le permitan sensibilizarse ante esta desgarradora realidad.

 

Ficha:

Intérpretes: Carlos Kaspar, Agustin Daulte y Valeria Baranchuk.

Dirección: Carla Scatarelli

Género: Drama

Categorías: Reseñas

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