De regreso a mis días en mí

Una desilusión amorosa podría irrumpir en nuestra vida llevándoselo todo o bien podría brindarnos un gran aprendizaje a asimilar para transformarnos.

«Mis días sin Victoria» es la suerte de los retazos que una directora pudo juntar luego de una ruptura con su enamorada, actriz con la que trabajaba en concretar una obra. Es la desazón plasmada de quien en algún momento suspendió su presente en pos de mantener vivo un recuerdo y es, al mismo tiempo, la decisión de seguir y ver qué crear con todo eso. Y nosotros, espectadores, asistimos a ese intento como si hubiésemos sido invitados a una fiesta. Desde el momento previo a ingresar a la sala ya estamos inmersos en el mundo que nos irá develando finalmente la obra.

«Sacar belleza de este caos es virtud», dice en una canción Gustavo Cerati. Aquí, es la tarea a la que se ve llamada Belén Arena, directora y actriz, junto a sus colaboradoras en una conjunción de diversas artes escénicas en una representación que posee mucho de performance y biodrama. La «ruptura» y lo diverso como reglas de este juego de ficción. ¿Qué es representación y qué es lo que sucede espontáneamente, sin premeditación, en el presente que compartimos? Los bordes y atravesarlos, la intensidad de la vida y los sentimientos en contraposición al sufrimiento vivido. Una reflexión constante, compartida, que genera un diálogo activo y pregnante a través de imágenes visuales, sonoridades y sobre todo, manifestaciones que extreman la corporalidad.

Es destacable el uso que se hace de la sala, variando todo el tiempo los focos de atención y utilizando al máximo las posibilidades que brinda el espacio escénico como así también los elementos que lo componen. La multiplicidad de recursos y formas de representar y la fragmentación pareciesen componer el mecanismo de esta pieza, ¿cómo una podría representar sentimientos tan intensos?

Y ahí vemos, asistimos a la danza del eros y el tánatos, al resplandor que roza lo indecoroso. A la efervescencia que lucha contra el insoportable peso del desamor. Al grito de voz y cuerpo que finalmente liberará al ser enjaulado para poder seguir bailando.

Ficha:

Texto, Interpretación y Dirección: Belén Arena

Intérprete, Asistente Creativa y Colaboradora Artística: Fiorella Álvarez Vleminchx