Mandinga en el paraíso

Mandinga en el paraíso

Ficha

  • Datos de funciones:

    CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACION
    AV. CORRIENTES 1543 (CABA)
    Sala “OSVALDO PUGLIESE”
    Todos los DOMINGOS DE MARZO Y ABRIL
    20.30 hs.

    Informes: (011) 5077-8000 - Boletería: (011) 5077-8077

  • Prensa:

    Marisa Ini

 

La culpa es de Mandinga

En algunas regiones de Sudamérica Mandinga es el nombre del diablo. Según el mito, se presenta con una apariencia humana, con el fin de mostrarse más amigable. Así los humanos son engañados con mayor facilidad. El diablo logra desorientarlos para llevarlos por el camino del mal. El parecido con el semejante es la trampa. Los humanos no son más que víctimas de la tentación.  Porque  mandinga no es un diablo rojo, de cuernos y larga cola. Se parece más bien a nosotros. Y lo peor es que puede estar entre nosotros sin que nos demos cuenta. Pero para entenderlo hay que empezar por el principio. La génesis, podríamos decir para ser más fieles al relato bíblico. Dios aparece sentado en el escenario, su rostro apenas se ve, pero su voz es clara y sentenciosa. Habla con el diablo. El tema de conversación es el ser humano. Así arranca la historia. Luego aparecerán en escena Eva, Adán, y algunos personajes míticos recreando un recorrido esencial hasta llegar a nuestros días, donde el diablo tomara otras formas, adentrándose en la idiosincrasia del gaucho hasta llegar a la sociedad actual. Entre escenas, canciones y manifiestos, el público lograra tomar esa distancia necesaria, que según Bertolt Brecht, descorre el velo de la ilusión para reflexionar sobre aquello que nos es tan difícil ver.

El varieté es un formato que le permite a Claudio Gallardou, quien asume la dirección del espectáculo junto a la creación de los textos, hacer ese recorrido esencial por los mitos, sin deparar en una cronología innecesaria o establecer un hilo argumental. Las escenas se intercalan con música y manifiestos. Gallardou despliega además un gran talento como actor, dándole a cada personaje un peso, una presencia, y una característica que constituye en sí misma, parte del sentido de la escena. Su formación en Comedia del Arte, Clown, Marcara le permite desarrollar un amplio abanico de posibilidades para cada uno de los personajes que representa. El humor, la ironía, el sarcasmo está siempre presente. La cuarta pared como recurso escénico, generador de ilusión, es demolido desde el primer momento. Porque la idea es que haya un ida y vuelta con el espectador, que se sienta tenido en cuenta para desmitificar y deconstruir junto al actor. Por otro lado, cabe resaltar, el admirable el talento musical y actoral de quienes forman parte de este grupo: Alejandro Sanz, Juan Concilio, Andres Perez Alarcón. En general, en un espectáculo de estas características podemos hablar de músicos que actúan o de actores que hacen música, destacando claramente una estas cualidades por sobre la otra. Sin embargo, aquí no es nada fácil hacer esa distinción. En ambas facetas se lucen cada uno de ellos.

Mandinga en el paraíso es un espectáculo para no dejar de ver. Un varieté de enorme calidad artística, que nos hará pensar y repensarnos a través del humor y la música.

Categorías: Reseñas

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