Nada es lo que parece

Este episodio indaga sobre lo que es autentico y lo que parece. Así comienza definiendo Roberto Papatino el sentido de su nueva obra.

Un profesor convencido de un hecho que puede cambiar el futuro del mundo actual, a través de una vieja carta que un Heraldo le facilito. En contraposición, el director de la academia que niega tal documento.

Tres hombres que ante un nuevo descubrimiento, sufren una transformación, o más bien, ven lo que quieren ver. En un tiempo muy sensible, en el que la ciencia y la religión se encuentran en disputa.

Actuaciones maravillosas en manos de Víctor Hugo Vieyra, Marcelo Nacci y Manuel Longueira. Personajes muy serios y preparados, pero que con el correr de los minutos la seriedad comienza a ceder, convirtiéndose en presa de los nervios. Es muy inquietante, y a la vez muy gracioso lo que les sucede. Para destacar los momentos de mayor tensión, donde tanto el profesor, como el heraldo y el director pelean entre ellos, en simultáneo con su inconsciente, siendo varios personajes en uno.

Una puesta que nos lleva al siglo XIX, en una antigua sala, cargada de libros, documentos, y la situación tan particular que allí se desarrolla: una carta secreta que oculta un hecho fundamental en la ciencia. Un viaje en el tiempo que nos muestra una historia que tranquilamente pudiera suceder en nuestros días.

Un texto que nos invita a reflexionar, enriqueciéndonos con su contenido. Es mágico, ya que nos abre la cabeza, replanteando los preceptos aceptados en la actualidad, haciendo homenaje a una gran frase de Sócrates: “solo sé que no sé nada”.

La verdad y la mentira son muy limitadas. Nuestra verdad no necesariamente es la de los demás.

Día a día vivimos dudando de todo, las inseguridades están a la vuelta de la esquina. Lo único seguro es que un espectáculo como este debe ser visto.

Ficha:

De Enrique Papatino