Escucharte a mi lado hablar

Entrar a la sala, dar una fugaz mirada al espacio que abruma repleto de objetos: cajas llenas de ropas, un cofre, baldes, una silla, un espejo. Es la casa de Mara, interpretada por Florencia Galiñanes; el espacio “está en remodelación” como le advierte a Ramiro, actuado por Néstor Navarria.  Son dos artistas, ella actriz, él bajista, que se encuentran y se vuelven a reencontrar. Esto se deja en claro en los primeros minutos de La galera del mago(en el recuerdo), una obra dramática de dos personajes que se unen afectivamente para ser escuchados.

Las cajas abarrotadas de disfraces, presentes en el espacio escénico, permiten que Mara y Ramiro hablen con total sinceridad, disfrazándose ridículamente, ridiculizándose a sí mismos abren la posibilidad de que sus historias sean tomadas en serio. Ambos personajes han sido víctimas silenciadas, con traumas tan fuertes que la sátira y el payasesco permitirán sacar a flote las secuelas que llevan de haber sobrevivido a la última dictadura militar argentina.

El vestuario y la música de Virus, que acompañan a los espectadores en la sala antes que comience la obra, permiten sumergirnse en la década de los 80 y los primeros años de la restitución de la democracia, cuando el miedo a contar a viva voz lo vivido durante los años oscuros estaba presente. Mara entre llantos e interpretaciones caricaturescas de militares, cuenta la pérdida de un gran amor revolucionario y la necesidad de refugio al quedar embarazada por una violación; Ramiro, el hijo de un marino que, avergonzado durante el juicio que le entablan a su padre por haber cometido crímenes de lesa humanidad, no tolera el silencio y actúa en consecuencia.

Los monólogos son fragmentados e interrumpidos entre los propios personajes o se repetirán como ecos, el realismo desgarrador de las palabras y de las historias se rompen por la música, las canciones de Virus, junto con el cambio de iluminación, descomprimen las tensiones y aparecen repentinamente para detener los testimonios. Las palabras son dichas burlonamente, con tonos exóticos pero sin quitarle el dramatismo, es más, los movimientos clownescos y payasescos resaltan lo brutal de lo dicho. La música e imagen colaboran con un clima diverso al que plantea el texto,

Ficha

Intérpretes: Florencia Galiñanes y Néstor Navarría
Dirección: Jorge Diez

Género: Drama