El cocinero está frito

El cocinero está frito

Ficha

  • Datos de funciones:

    30/11 La usina del arte

  • Prensa:

    Maria Jesús Lapadula

 

Cuando la gastronomía encuentra en el teatro y la música el maridaje ideal

Sábado al mediodía. Es la hora exacta donde el desayuno se ha procesado completamente en nuestro organismo, y nos empezamos a entusiasmar con lo que en breve regocijaremos nuestro apetito. Ahora formamos parte de una cola de personas animadas a la que se acercan simpáticos mozos con narices de payasos para ofrecer algún tentempié, mientras avanzamos al gran salón donde un grupo de cocineros comandados por Pablo Alarcón, nos invitan un exquisito risotto con hongos y queso parmesano que degustaremos para placer de nuestros paladares, acompañado de alguna bebida a elección. Finalizado el almuerzo, nos trasladamos con las “panzas llenas y felices” a otra sala a la  espera del otro momento primordial del evento, el artístico. Y así poco a poco van llegando los mozos –ahora devenidos en músicos- que continuarán el banquete con unas hermosas piezas de jazz para extasiar nuestros oídos. Este viaje sonoro prontamente será coronado por la presencia del anfitrión, el cocinero mayor de esta cocina de sabores gastronómicos, musicales y teatrales, quien se sumará a la banda para cantarnos alguna milonga, chacarera y algún bolero, y así luego adentrarse en el mundo del que nos va a hablar con erudición, la cocina. Entre anécdotas –algunas más reales y otras un poco más disparatadas- nos contará de la relación del hombre con la comida desde los inicios de todo, con lo que quizás fue el primer sabor probado, la famosa manzana de Adán y Eva. Y avanzará en la historia para narrarnos sobre el origen del revuelto Gramajo, la Consomé de Napoléon, los tamales, las ensaladas, la lengua a la vinagreta, etc, etc,, conjugando graciosamente la hilaridad de su relato, con lo didáctico del recetario improvisado y con la magia de la música que lo acompaña. Todo para deleite de los sentidos.

“El cocinero está frito” es la continuación de “El cocinero”, espectáculo que formó parte de la cartelera porteña durante varios años. Ahora en esta versión, escrita con Carlos Nine, Alarcón es acompañado por los magníficos músicos con los que conforma “Picado grueso”: Ernesto Corcho Segall (bajo y guitarra), Darío Borcosque (piano), Jeremías Segall (percusión), y el mismo en armónica. Juntos con su música, recrean los climas y paisajes correspondientes a las distintas comidas que forman parte de este anecdotario gastronómico. Su impronta y su destreza actoral lo convierten en el presentador ideal de este encuentro al que somos invitados y convidados, en una atmósfera acogedora y de máxima camaradería, que suprimen las distancias entre ellos –los artistas- y nosotros –los espectadores-. Es como estar de visita en la casa de un amigo que gentilmente nos convoca para halagarnos con su habilidad culinaria, maridada con buena música en un espacio sumamente agradable. Y aquí estamos nosotros, dejándonos llevar por la bondad ajena, entregados al placer y al disfrute, que inevitablemente nos atraviesa.

“El cocinero está frito” es una muy interesante propuesta multisensorial, innovadora y creativa, que combina, fusiona y conjuga diferentes lenguajes hedonísticos, y que a su vez nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la relación entre el hombre y su alimentación, y como esta última lo define y lo conforma. Para reír y para disfrutar.

Ficha:

Elenco: Pablo Alarcón

Músicos: Ernesto Segall, Darío Borcosque y Jeremias Segall

Categorías: Reseñas

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